lunes, 21 de diciembre de 2009

Poemas I

Querida Marta

Desde las horas muertas,me lleno la piel de dibujos obscenos
y tú estás, Marta, en todos. Minucioso,
te perfilo aureolas y ombligos,
el vientre leve y el sexo ardiente y obscuro
con la punta de los dedos extasiados.
Eres una sola y muchas. Complaciente
y complacida a la vez rodamos
por una pendiente insólita...
...Cada gesto
realza la extrema intimidad del juego
desmesurado y estricto. Marta, las palabras
que nos decimos sin decirlas no son
espuma sino agua, y el deseo es un vasto
horizonte. Si cierro los ojos
te me haces presente y estallan los colores.
El árbol de luz tan denso de los sentidos
poblado de nuevo de ojas y pájaros.


Elionor.

Elionor tenía
catorce años y tres horas
cuando se puso a trabajar.
Estas cosas quedan
registradas en la sangre por siempre.
Llevaba trenzas aún
y decía "Sí, señor", y "Buena tarde".
La gente se la quería.
Elionor, tan tierna,
y ella cantaba mientras
hacía correr la escoba.
Los años, pero, dentro de la fábrica
se diluyen en el ópaco
gris de las ventanas,
y al poco Elionor no tendría
sabido decir de donde le venian
las ganas de llorar
ni aquella irremprimible
sensación de soledad.
Las mujeres le decian que lo que le pasaba
es que se hacia grande y que aquellos males
se curaban casándose y teniendo hijos.
Elionor, de acuerdo con la muy sabia
predicción de las mujeres,
creció, se casó y tuvo hijos.
El gran, que era una chica,
hacía justamente tres horas
que había cumplido los catorze años
cuando se puso a trabajar.
Llevaba trenzas aún
y decía "Sí, señor", y "Buena tarde."

Miquel Martí i Pol.

1
Yo, por ejemplo, me levanto
cada día a las siete
y vinticinco y me afeito
lentamente para que me valga
continuar, una a una,*
las palabras y llenarme
las manos. Son largos los días
largas las horas lentas
y ahora la gente crece demasíado
deprisa y todos pierden
el tiempo con tonterías.


2
Yo, por ejemplo, almuerzo
discretamente y me lavo
concienzudamente la boca*
y todo tiene un aire plácido
mientras me visto, y pienso
que el mundo es una cámara
pequeña, con cuatro muebles
para toda la compañia.
Pero la gente crece demasíado
deprisa y todos pierden
el tiempo con tonterías.


3

Yo, por ejemplo, dentro
de poco ya hará veintitres
años que trabajo
ocho horas cada día
y he vivido siempre en el pueblo
y he engendrado hijos, y amo
las cosas y el silencio,
y aún tengo tiempo en los anocheceres
todo solo al fondo de la casa
de escribir algún poema.
Pero la gente crece demasiado
deprisa - ya lo he dicho -
y lee poco y piensa
mucho menos y todos
pierden el tiempo con tonterias.

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