domingo, 20 de diciembre de 2009

Els tres cants de la guerra. Joan Maragall

Los adioses

Que señales de adiós han hecho
mans extendidas hacia el mar,
hacia los barcos que huían
con las cubiertas demasiado cargadas,
hacía allí donde las olas lucen
retorciéndose y bramando soleadas!
Cuantos adioses desde aquel adiós primero,
cuando Caín, habiendo hecho la muerte,
comió al anochecer un bocín a la endiablada,
el bastón al puño, ceñida la cintura,
rodeado de lloros de niños, y la mujer,
que le decía con lamento:
"No vayas hacia Poniente."
Mas él, la cara adusta y ya fatal,
girada hacia la puesta,
marcha sin hacer caso
de las manos que se movían en el aire
en vano, sin respuesta.

1896

Oda a España

Escucha, España, - la voz de un hijo
que te habla en lengua -no castellana:
hablo en la lengua - que me ha dado
la tierra áspera:
En esta lengua - pocos te han hablado;
en la otra, demasiado.
Te han hablado demasiado - de los saguntinos
y de los que per la patria mueren:
Tus glorias - y tus recuerdos,
recuerdos y glorias -no más de muertes:
has vivido triste.
Yo quiero hablarte -muy diferente.
¿Por qué derramar la sangre inútil?
Dentro de las venas -vida es sangre,
vida para los de ahora -y para los que vendrán:
derramada es muerta.
Demasiado pensabas - en tu honor
y demasiado poco en tu vivir:
trágica traías - la muerte de los hijos
te satisfacía -de honores mortales,
y eran las fiestas - los funerales,
¡Oh triste España!
Yo he visto los barcos - marchar llenos
de los hijos que traías -a que muriesen:
sonrientes marchaban -hacia el azar;
y tú cantabas -cerca del mar
como una loca.
¿Dónde están los barcos? - ¿Dónde están los hijos?
Pregúntalo al Poniente y a la oleada brava:
Todo lo perdieres, - no tienes a nadie.
¡España, España, -vuelve en ti,
arranca el llanto de madre!

¡Sálvate, oh! Sálvate de tanto mal;
que el llanto te vuelva fecunda, alegre y viva;
piensa ne la vida que tienes alrededor:
Levanta la cabeza,
sonríe a los siete colores que hay en las nubes.
¿Dónde estás, España? - No te veo.
¿No sientes mi voz atronadora?
¿No entiendes esta lengua -que te habla entre peligros?
¿Has olvidado a entender a tus hijos?
¡Adiós, España!

1898

Canto de retorno

Volvemos de batallas, -venimos de la guerra,
y no llevamos armas, pendones ni clarines;
vencidos en la mar y vencidos en la tierra,
somos un deshecho.
Llevábamos por estela tiburones y delfines.
Hermanos que en la playa llorando esperáis,
¡Llorad, llorad!
Por la mar se os acerca -la hueste macilenta
que llamea con la antorcha* de la nave que la lleva.
Adiós, oh tú, América, tierra furiosa!
Somos débiles para ti.
Hermanos que en la playa llorando esperáis,
¡Llorad, llorad!
(*Este fragmento no lo llego a comprender, pero esto me parece lo más correcto.)
Venimos todos de cara -al viento de la costa,
aunque nos mate por frío y por fuerte,
aunque resten sin respuesta
más de un grito de madre cuando entramos a puerto.
Hermanos que en la playa llorando esperáis,
¡Llorad, llorad!
De tantos como faltan traemos la memoria,
de lo que sufrimos, -de lo que hemos sufrido,
de la triste lucha sin fe ni gloria
de un pueblo que se nos pierde.
Hermanos que en la playa llorando esperáis,
¡Llorad, llorad!
Decidnos si aún la patria es suficiente fuerte
para oír las gestas - que le hemos de contar;
Decidnos, decidnos si está viva o si está muerta
la lengua con la que tendremos que hacer llorar.
Si aún está bien vivo el recuerdo de otras gestas,
si aún las sierras que nos han fortalecido
se levantan serenas sobre las tormentas
y braman su bosques al viento ponentino,
hermanos que en la playa lloráis esperando,
no lloréis: ¡Reír, cantad!


Traducción casera ( ;P)

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