sábado, 19 de junio de 2010

Edgar Alan Poe -El cuervo


Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

domingo, 7 de marzo de 2010

Dibujos de tinta

Los seres humanos nos guiamos a traves de impulsos,a traves de un sentido que,desde nuestro interior,nos dice lo que
debemos y no debemos hacer, en que creer...Que temer. Es dificil...escuchar esa voz interior que en principio es solo
un susurro,un sonido no mucho mas alto que el latir del corazon, que solo puedes escuchar si acallas todo lo demas,
los pensamientos,las voces que te gritan desde fuera.

Pero es tan dificil...

Si has derramado alguna vez tinta sobre el agua conoces bien el efecto que forma. Se expande poco a poco dibujando
diferentes formas,cuadros en el agua. Imaginate por un segundo que ese sexto sentido fuera el liquido elemento y que
la tinta fuera de un negro tan intenso que lo cubriera todo. Eso son los miedos. Imaginate,si ya es dificil salir
a la supuerficie y mantenerte a flote en el agua, como de dificil sera cuando la negrura lo cubre todo y no puedes ver.

Las personas siempre han tenido miedo,los miedos son los seres invisibles que susurran palabras desquiciantes en tus
oidos cuando quieres dar un paso adelante,cuando quieres atreverte, superarte o...superarlos. Los que parece que
surgen de la tierra y te agarran de tus pies cuando quieres continuar tu camino. Pero hay modo de superarlos,claro.Hay
pequeñas cosas en el mundo que la gente no sabe ver,que no aprecia, a las que no les da importancia. Cosas que te
aseguran que por lo que estas luchando,por lo que estas sufriendo es de verdad,que merece la pena.

¿Y si esas cosas desaparecen? Entonces solo te queda gritar,alzar la voz hasta que alguien pueda oirte,tome tu mano
de entre las tinieblas y te saque del agua,que te rodee con los brazos y te de calor,y te seque de los malos instintos
y tambien de los miedos. Pero hay veces que por mucho que grites,por mucho que te dejes la voz nadie te escucha.

...y cuando te cansas de luchar por ti misma, cuando ya no hay fuerza en los brazos,ni en la garganta,ni en el corazon
terminas llevandote dejar por la corriente hacia lo mas oscuros donde ya ni llegan los rayos del sol.

martes, 2 de marzo de 2010

bailar III

La boca de Marcus aplasto la suya,bloqueando toda la percepcion de cualquier cosa que no fuera el.Tan transportada estaba que no advirtio que el elfo subia la escalera con rapidez,como si ella no pesara nada,mientras sus besos le quitaban la respiracion sin tregua. No advirtio siquiera la desesperacion con que se agarraba a el,ni la aquiscencia cn que yacia en sus brazos, la cabeza echada hacia atras contra su hombro,los pies colgand. No advirtio siquiera cuando llegaron al aposento. Slo supo que los brazos del hombre se apartaban de ella al dejarla de pie junto a la cama.

Entonces abrio los ojos,mirandolo con una pasion tan intensa que hacia arder en llamas las profundidades castañas,aferrandose a sus hombros con desenfreno mientras sus labios buscaban los de el una vez mas,rozandole en esa busqueda la barbilla y la mejilla. Buscaba la tela de su ropa para liberar mas carne de el.

-Despacio,amor,despacio...Tenemos la noche entera- susurro el hombre contra los labios de ella mientras depositaba suaves besos en la boca de Anna,que lo buscaba.

Entonces se extinguio hasta la ultima apariencia de sonrisa cuando los dedos de la joven empezaron a despojarle de la tunica.Una llama repentina en sus ojos fue la unica advertencia que tuvo Anna de que el deseo de Marcus habia llegado a un punto incandescente. Conteniendo bruscamente el aliento,Marcus tiro de los costados de su tunica para quitarla y que ella tubiera libre acceso al pecho del hombre.

Tambien ella contuvo entonces la respiracion mientras sus ojos y sus manos se movian hacia la extension de carne desnuda revelada por la tunica al caer.Sensuales fueron las puntas de sus dedos al acariciar los lisos contornos del pecho de Marcus, al hundirse sobre la piel. Al sentir el contacto del elfo bajo las manos ella se embriago de nuevo.Impulsada por el instinto,agacho la cabeza parqa depositar diminutos besos en los rigidos musculos del pecho.

-Dioses,mi amor,esto va demasiado rapido- murmuro el tomandola la cabeza con ambas manos y apartandola de el.

Su acento se hacia mas aspero y de algun modo esa entonacio menos elegante puso el sello final en la embriaguez de Anna.Le miro entonces,mientras el aun tenia las manos a ambos lados del rostro de ella.Apretaba los dientes en un esfuerzo por poner freno a su creciente pasion,pero ni siquiera el,con su ferrea voluntad,podia resistir el ansia subita y vehemente que brillaba en los ojos de la mujer.

-Amame,Marcus.Ahora,por favor.

-Dios mio.Anna -gimio el,riendose y aparto las manos de la cabeza de ella para sujetarkle los brazos y alzarla para besarla.

Per ella no lo espero.Se abalanzo hacia arriba antes de que el pudiese alzarla,casi saltando hacia el al tiempo que le envolvia el cuello con los brazos,elevandose de puntillas mientras apretaba sus senos contra la dureza y el calor del pecho masculino desnudo. Con torrido deseo le beso, endulzada su pasion por haber luchado tanto tiempo para negarla. Sus manos se introdujeron bajo el cabello del elf para abrirse contra su creaneo,sujetandolo contra ella aunque el no intento siquiera alzar la cabeza. La boca de Anna se torcio bajo la de Marcus. Su lengua invadio la boca de el con avida urgencia mientras la pasion que ella habia contenido tanto tiempo ardia para consumirlos a los dos con sus llamas.

Las manos de Marcus temblaban al buscar y encontrar los cierras de su vestido. Pero los minusculos botones resistieron sus intentos y al final se impaciento.Sujetado el cuello de su vestido por atras con ambas manos,lo abrio de un tiron,.La tela cedio desgarrandose,los botones se espercieron por todas partes,cayendo al suelo y roando.

-Marcus,mi vestid...-ella abrio los ojos ante lo inesperado de su violencia.

-Te comprare otro mi amor,docenas si tu quieres.

Le estaba bajando el vestido por los brazos,pasandoselo por la cintura de modo que le vayo encima de los tobillos.Ella se lo termino de sacar,luego desato las cintas de sus enaguas mientras el forcejeaba cn los cordones de su corse.Cuando por fin ella se irgui ante el la miro largo rato con una expresion que hizo detener el corazon de la joven.

Luego volvio a tenderle los brazos.

Anna lanzo un ruidito quejumbroso y se fundio en esos brazos.Los suyos le rodearon la espalda bajo la maltratada camisa,aprentandolo contra ella.Marcus la alzo y la deposito sobre la cama,manoteandose los pantalones al ponerse encima de ella.

-Perdoname,amor.No puedo esperar mas -le susurro al opido.

Las piernas de Anna se abrieron para el cuando las piernas del hombre,aun enfundadadas en sus pantalones,se deslizaron entre ellas.Luego el empujo un momento hasta encontrar el sitio que buscaba e introducirse.

Luchando por contener el caliente y dulce griterio que se negaba a dejarse resistir,Anne se puso rigida mientras el la llenaba.Intuyendo la batalla que ella librara,Marcus se quedo muy quito,luego,con una maldicion mascullada,empezo a moverse introduciendose en la joven una y otra vez al tiempo que ella se entregaba,con un grito,al abismo que,desde el principio,habia amenazado con devorarla.

-Por todos los Dioses...

Pudo haber sido una maldicion o una plegaria.Anna no lo sabia.Tan solo sabia que el se hundio en ella,en ese instante de su mas profunda dicha,con un ansia que salvaje y un grito mas salvaje aun,manteniendose dentro meintras su cuerpo fuerte y delgado se convulsionaba con largos estremecimientos. Finalmente se derrumbo encima de ella.Agotado se quedo inmovil,y la joven lo envolvio con sus brazos,arrimando la mejilla a su corazon que aun latia con violencia.

Bailar II

Cuando Marcus quiso besarla,Anna sacudio la cabeza y,con una sonrisa fugaz,puso la mano sobre la boca del hombre para contenerlo.

-Baila conmigo-susurro mientras aquellos ojos le lanzaban llamaradas.Luego empezo de nuevo a tararear los acordes cadenciosos del vals.

Riendo y sacudiendo la cabeza para librarse de la mano de Anna,Marcus le obedecio, moviendo gracilmente su largo cuerpo en los ritmos que,ella tuvo repentinamente la certeza,habia aprendido mucho antes de esa nochje,girando y haciendola inclinarse mientras la apretaba mucho mas de lo que cualquier danza justificaba,tanto que ella pudo sentir cada duro musculo y cada tendon de su cuerpo. Tambien el empezo a tararear con una voz mucho mas armoniosa que la de Anna.

-¡Si seras farsante!¡Bailas en vals como si hubieses nacido haciendolo! ¿Por que no me dijiste que sabias bailar?

Un tanto indignada ella le empujo con el hombro en un vano intento de zafarse de sus brazos.

-¿Y arruinarte la diversion?Jamas...-repuso el con una sonrisa diabolica,haciendola girar tan rapido que a ella le dio vueltas la cabeza y gran parte de su indignacion se perdio en una risueña protesta.

En el loco remolino,el cabello de la joven, que los broches acababan de sujetar,se aflojo y formo un suave halo en torno a su rostro. Con las mejillas rosadas por el esfuerzo y los castaños ojos chispeantes de alegria,Anna estaba radiantemente bella cuando se reclino en los brazos del elfo para mirarlo sacudiendo la cabeza con fingido reproche. Antes de que pudiera expresar su sensacion de maltrato,el la balanceo en una serie de veloces giros que la dejaron sin aliento.

-¿Donde has aprendido?-pregunto ella cuando al fin pudo respirar.

-¿Que mas da? -Pregunto el apretandola mas aun contra si mientras deslizaba la mano hacia abajo desde su cintura para explorar indecorosamente sus nalgas a traves del vestido.

-Pero....-Murmuro ella,tan enervada por la audaz caricia que casi no pudo ni pensar.

Anna sintio un escalofrio por todo su cuerpo,sus labios se entreabrieron. Marcus la conducia por todo el slaon con pasos perfectamente correctos cientras sus manos seguian explorando el cuerpo de la joven de un modo que de correcto no tenia nada. Le acariciaba las nalgas,la espalda y la cintura,frotando,apretando y estrechandola cada vez mas contra si.Con la cabeza dando vueltas por una combinacion del baile,el vino y el hombre,Anna temblaba entre sus brazos,docil y receptiva a todo lo que el pudiera pedirle. Los musculos duros y fuertes del cuerpo del elfo la seducian. Entonces los movimientos de la danza la pusieron en contacto con otra dureza mas intima y sus rodillas se volvieron de mantequilla. De no haber sido porque el la sostenia en sus brazos,ella temio no haber podido mantenerse en pie.Pero en pie se mantuvo,y bailando ademas, porque mientras llevaba a cabo tan deliciosa ofensiva contra sus sentidos,el nunca vacilo en los pasos de la danza. La hacia dar vueltas como un trompo infantil,tarareando en el oido de Anna un machacante estribillo. Ese vals que jamas podria ejecutarse en ninguna pista de baile era alocadamente erotico. Cada vez mas indefensa frente a una pasion en retoño cuyo calor amenazaba con incinerar los ultimos jirones de inhibicion que le quedaban,Anna solo podia agarrarse a los hombros de Marcus y moverse como el imponia.

-Realmente pienso que ahora debo besarte,señorita. Veras,esque eres muy besable...

-Marcus...

-Ssssh...

La mano que no le ceñía la cintura se deslizo hacia arriba por el antebrazo desnudo de Anna,por encima de la seda de su manga,sobre la ligera protuberancia de si clavicula hasta rodearle la garganta. El rastro de fuego que la mano del hombre dejaba a su paso hizo temblar a la mujer y cuando el le alzo la barbilla con el pulgar,ella ya no vacilo.

-Tu y yo somos buenos juntos-murmuro el antes de posar los labios en los de ella-¿recuerdas?

¿Recordar? Aunque viviera cien años nunca podria olvidar esa pasion al rojo vivo que regocijaba y avergonzaba al mismo tiempo,que la arrastraba consigo,que cambiaba su mundo. ¿Como podia no acordarse?

Si Marcus dijo algo mas,ella no escucho nada,porque el retumbar en sus oidos al calentarse su propia sangre apago todo sonido.Vagamente advirtio que ya no estaban bailando,que estaban de pie,cada uno en brazos del otro,mientras el,con su beso,le apretaba la cabeza con su propio hombro.

Los muros del salon parecieron dar vueltas y luego retroceder cuando ella le devolvio el beso con una avidez tan intensa,que parecia no poder lograr nunca lo suficiente de el. Los labios del hombre,duros y calientes, se movian sobre los de ella; su lengua ocupaba audazmente el territorio que ella entregaba de buena gana.El hmbre sabia levemente al licor con el que habian puesto fin a la cena.Con la parte de su mente que aun podia funciar Anna se pregunto si esa no era en parte la razon por la cual sentia una embriaguez cada vez mayor a la vez que exploraba la boca de el.

Pero lo cierto es que se estaba embriagando con el hombre mismo.

Cuando Marcus aparto su boca de la suya,ella lanzo un lloriqueo de protesta y hundio las uñas en la nuca de el sin abrir siquiera los ojos.

-Vamos,cuidad cielo....-Y entonces Anna sintio que era alzada.

-Marcus...-Abrio de pronto los ojos y se agarro al elfo,que la llevaba hacia la puerta cerrada del salon- ¿que estas haciendo?

-Llevandote a la cama mi amor.Soy demasiado viejo y estoy demasiado apegado a la comodidad como para hacerte el amor en la alfombra.

-Pero...

El elfo habia abierto la puerta y mientras hablaba la llevaba al otro lado con destreza.

-Hare lo que me plazca en mi propia casa.Ahora cierra los ojos,dale el uso adecuado a esa linda boquita y besame.

-Si,cielo...-repuso ella,y rindiendose ante una voluntad que era,por el momento,mas fuerte que la suya cerro los ojos y elevo los labios para recibir el beso de Marcus.

Bailar I

-¿Bailar?

-¿Has oido hablar de ello? Las damas y los caballeros lo hacen juntos...ya sabes...tarari,tarara...

Anna ejecutó algunos pasos frente a el alzandose la falda verde con una mano mientras apoyaba la otra en el hombro de una pareja imaginaria. La melodia que tarareaba era tan ligera y alegre como ella misma.Si bien nunca habia destacado en la musica,esa noche bajo la influencia del alcohol y una emocion mas fuerte todavia,estaba mas desafinada que de costumbre.Pero ninguno de los dos lo advirtio ni les importo tal trivialidad.

Al observarla Marcus,la luz de su mirada se encendio para luego oscurecerse.Cruzando los brazos sobre el pecho dijo:

-Me parece que has bebido mas de lo que te conviene cielo.

-¿Eso es esa extraña sensacion?En ese caso comprendo por que los hombres estan ebrios con tanta frecuencia.Es una sensacion maravillosa. Ven Marcus...¿No quieres bailar?

Si tu lo deseas-accedio el sin poder resistirse de pronto a la atractiva persuasion de ella. Se aparto de la puerta y estiro los brazos.Anna se introdujo entre ellos com si ese fuese el sitio que estaba buscando.

-Te advierto que tengo menos experiencia en bailar que en ningun otra cosa.Es probable que te pise los pies mi amor.

Ese termino cariñoso,acompañado de la sensacion que le causaban sis brazos en torno al cuerpo- una sensacion que ella habia anheñado y temido desde que le conocio-completo la embriaguez de Anna. Esta le brindo una sonrisa radiante,una manecita apoyada en el hombro de Marcus,la otra apretando la de el en la posicion correcta para un vals.

-Es facil,sigueme,yo te guiare-susurro sobre la piel tibia del cuello del hombre tirandole hacia donde ella queria que fueraa-Uno,dos,tres,uno,dos,tres...abajo,girar,mecerse...no,la que debe mecerse soy yo.Ay Dios,temo estar enseñandote la parte de la Dama.

-No importa,me gusta mucho bailar-respondio el.

Su voz,tan cerca del oido de ella,era ronca.Al conducirle en otro giro ,sin dejar de tararear desafinadamente,Anna descubrio que el la estrechaba un poco mas de lo que dictaba el decoro...o el baile.En su interior burbuje y cobro vida una sesancion de anhelante anticipacion.Que bueno era ser estrechada de nuevo por el,sentir su brazo en torno a la cintura y su cabeza inclinada sobre la de ella,sentir el cosquilleo de sus senos cuando rozaban el duro pecho de el.La joven inhalo profundamente cerrando los ojos mientras seguia tarareando el ritmo y no viendo los pies en los patrones de la danz. Marcus olia a jabon,a todas las cosas que guardaba en su lugar de trabajo y a hombre.Era calido,solido y fuerte...y era de ella.

En ese preciso momento el pie de Marcus entro en brutal contacto con el de ella,tal cmo el habia profetizado.Arrancada de sus ensueños por un fuerte dolor,Anna lanzo una exclamacion y abrio de pronto los ojos mientras una mueca le deformaba el rostro.

Marcus habia alzado el pie ofensor tan pronto como lo habia otado.Luego se aparto de ella sacudiendo la cabeza en un gesto de disculpa.

-Te lo adverti-la recordo-Lo siento amor ¿Te he hecho daño??

Anna quedo sorprendida al comprobar que,comparado con el dolor de no sentirse en los brazos de Marcus,el dolor del pie era insignificante.Sacudiendo la cabeza le tendio los brazos.

-No es nada,no me has lisiado.¿Continuamos?

Para su consternacion Marcus sacudio la cabeza negativamente-

-Gracias,creo que ya he tenido bastante baile por una noche.Si no pongo cuidado temo hallarme tan embriagado de ti como tu lo estas de vino,y eso no seria conveniente.

Tenia la voz mas espesa que de costumbre.Anna absorbio ese dato junto al duro e inquieto resplandor de sus ojos.Las pupilas del elfo parecian contraerse y luego expandirse con alguna emocion ignota al deslizarse de su cara al frente de su vestido y luego a su cara otra vez.En el interior de Anna broto una estremecedora excitacion, una percepcion de si misma como hechicera y de el como hechizado.

-Asi que estas cansado del baile...¿Verdad?-murmuro la joven,aproximandose a el hasta que sus senos le rozaron otra vez el pecho.

El alzo las manos hasta sujetarle los brazos,desnudos bajo las mangas abullonadas de su vestido.Luego la miro con una expresion pensativa que tubo un efecto extraño en la respiracion de la mujer.

-Anna...

-Yo en cambio podria bailar la noche entera...contigo.

-Estas bastante achispada,mi amor.

-Si eso es esta sensacion,entonces es un estado maravilloso.

Anna poso las manos en el pecho de Marcus,apretandolas contra el blanco de su camisa,la cabeza inclinada hacia atras mientras le sonreia a los ojos cautivadoramente.El tomo aliento y ella lo escicho con nitidez.

-Vas a lamentar esto Anna.

La advertencia estuvo sazonada con un tono de humor ironico,pero en ella subyacia un duro cimiento de pasion creciente,de un ansia que ardia por lo menos con tanto calor como el de ella.

-Si lo lamento sera demasiado tarde ¿O no? ya habremos tenido esta noche.

Con audacia estimulada por el vigor de su deseo hacia el,o por el alcohol consumido-no sabia por cual ni le importaba gran cosa- Anna deslizo las manos por la pechera de su camisa,sobre los hombros anchos y tensos,hasta entrelazarse detras de su cuello.Con las manos en torno al cuello de Marcus,Anna se apreto contra el,sonriente,la cabeza echada hacia atras y los lavios levemente entreabiertos.

-Tienes razon,por supuesto.

Marcus le sonrio con efecto devastador: la dura inquietud de su mirada se convirtio en algo mucho mas ardiente y mas luminoso.

-Sean como sean mañlana los fuegos artificiales,nosotros los tendremos esta noche- comento Anna.

lunes, 22 de febrero de 2010

Quiereme

Yo te quiero porque sobran las razones
porque el alma si no estas se queda en cueros
yo te canto en un puñado de canciones... Que te quiero

Yo te juro que hay promesas para siempre
yo prometo no cansarme de quererte
yo no sé vivir sin ti... No sé ni puedo... Yo te quiero

Yo te quiero... Veneno que me des veneno bebo
yo te quiero... No busques ni motivos ni porqué
no quieras que te deje... No me dejes de querer
con lo mucho que te quiero... Quiéreme

Yo te juro y jurar me esta prohibido

que te quiero desde siempre te he querido
porque no hay amor sin ti ni Dios sin cielo... Yo te quiero

Sabes que te quiero... Veneno que me des veneno bebo
yo te quiero... No busques ni motivos ni porqué
no quieras que te deje... No me dejes de querer
con lo mucho que te quiero... Quiéreme
Yo te quiero... Veneno que me des veneno bebo
yo te quiero... No busques ni motivos ni porqué
no quieras que te deje... No me dejes de querer
con lo mucho que te quiero... Quiéreme.

http://www.youtube.com/watch?v=Wq7W6KJj8EA&feature=related

Si tu no estas aqui

No quiero estar sin ti
Si tu no estas aqui me sobra el aire
No quiero estar asi
Si tu no estas la gente se hace nadie.

Si tu no estas aqui no se
Que diablos hago amandote
Si tu no estas aqui sabras
Que Dios no va a entender por que te vas.

No quiero estar sin ti
Si tu no estas aqui me falta el sueño
No quiero andar asi
Latiendo un corazon de amor sin dueño.

Si tu no estas aqui no se...

Derramare mis sueños si algun dia no te tengo
Lo mas grande se hara lo mas pequeño
Paseare en un cielo sin estrellas esta vez
Tratando de entender quien hizo
Un infierno el paraiso
No te vayas nunca porque

No puedo estar sin ti
Si tu no estas aqui me quema el aire.

Si tu no estas aqui no se...

Si tu no estas aqui


http://www.youtube.com/watch?v=XlFOpw8tG7Y&feature=related