sábado, 5 de diciembre de 2009

Fragmentos literarios -1-

EL CONDE DE MONTECRISTO (Alejandro Dumas)

¨-¡Oh! Desengañaos sufro menos, por que ya apenas tengo fuerzas para sufrir. Avuestra edad siempre se tiene fe en la vida.Es un privilegio de la juventud, crecer y esperar. Los ancianos ven la muerte con mas claridad. ¡Oh!, ya se acerca…, si…, mi vista se turba…, mi tazon se extingue… Vuestra mano, Dantes, vuestra mano… ¡Adios! -y levantandose con un nuevo esfuerzo-:¡Montecristo!-dijo-.No olvideis a Montecristo- y volvio a caer sobre la cama .¨

CIEN AÑOS DE SOLEDAD (Gabriel Garcia Marquez)

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo". Me encanta este comienzo.

La guerra del paraiso

¨-Porque la presencia del Otro Mundo enciende en nosotros la chispa de la suprema conciencia, o de la imaginación. Las leyendas, cuentos y apariciones en el Otro Mundo, esa tierra mágica y encantada que se extiende desde los muros del mundo manifiesto, despiertan y desarrollan en lo seres humanos las supremas nociones de la belleza, nobleza, respeto, amor y otras muchas virtudes. El Otro Mundo es la forma de las formas, el almacén, ¿no cree?¨

UN MAGO DE TERRAMAR (Ursula K. Le Guin)

"-Ged, escúchame ahora. ¿Nunca has pensado que así como hay oscuridad alrededor de la luz, también hay peligro alrededor del poder? Esta magia no es un juego al que nos dedicamos por placer o por halago. Piénsalo, en nuestro arte, cada palabra que pronunciamos, cada acto que ejecutamos es para bien o para mal. ¡Antes de obrar hay que conocer el precio!"

El libro de las sombras contadas (Terry Goodkind)

“-Con magia.-la mujer trago saliva sin dejar de contemplar el fuego-. El Límite fue creado por arte de magia, por lo que los magos pensaron que podrían hacerme pasar si contaba con la ayuda y protección de la magia. Fue tremendamente complicado lanzar los hechizos, pues trataban con cosas que no comprendían del todo, cosas peligrosas, no fueron ellos quienes conjuraron el Límite en este mundo, por lo que no estaban seguros de si funcionaría. Ninguno de nosotros sabía que esperar.-su voz sonaba débil, distante-. Conseguí pasar, pero me temo que nunca podré abandonarlo enteramente.
Richard escuchaba como hechizado. Le horrorizaba pensar en lo que se había enfrentado Calan; que había atravesado parte del inframundo, del mundo de los muertos, aunque fuera con la ayuda de la magia. Era inimaginable. Los asustados ojos de la mujer se posaron sobre los suyos. Eran ojos que habían visto cosas que nadie había visto”

LAS CENIZAS DE ÁNGELA
“La escarcha comienza a blanquear la tierra fresca de la tumba y yo pienso en Theressa, que estará fría en su ataúd, con su pelo rojo, con sus ojos verdes. No entiendo los sentimientos que me invaden, pero sé que con todas las personas que han muerto en mi familia y con todas las que se han muerto en los callejones de mi barrio y con todas las que han faltado no había sentido nunca un dolor como éste que tengo en el corazón, y espero no volver a tenerlo. ”

El Alquimista. Paulo Coelho
- ¿Por qué lloras? – le preguntaron las Oréades.
- Lloro por Narciso – repuso el lago.
- ¡Ah, no nos asombra que llores por Narciso! - prosiguieron ellas -. Al fin y al cabo, a pesar de que nosotras siempre corríamos tras él por el bosque, tú eras el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
- Pero ¿Narciso era bello? – preguntó el lago.
- ¿Quién si no tú podría saberlo? – respondieron, sorprendidas, las Oréades – En definitiva, era en tus márgenes donde él se inclinaba para contemplarse todos los días.
El lago permaneció en silencio unos instantes. Finalmente, dijo:
- Lloro por Narciso, pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello.
Lloro por Narciso porque cada vez que él se inclinaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza.

Un mago de Terramar. Ursula K Leguin

Para transformar esta piedra en una gema tienes que ponerle otro nombre verdadero. Y eso, hijo mío, hasta con una piedrecilla tan pequeña como ésta, es cambiar el mundo. Se puede hacer. En verdad, se puede. Es el arte del Maestro de Transformaciones, y tú lo aprenderás, cuando estés preparado para aprenderlo. Mas no transformarás una sola cosa, un guijarro, un grano de arena hasta que no sepas cuál será el bien y el mal que resultará. El mundo se mantiene en Equilibrio. El poder de Transformación y de Invocación de un mago puede romper ese equilibrio. Tiene que ser guiado por el conocimiento, y servir a la necesidad. Encender una vela es proyectar una sombra...
Miró otra vez el guijarro en el hueco de la mano.
—También una piedra es una cosa buena, sabes —siguió diciendo, en tono menos grave—. Si las Islas de Terramar fueran todas de diamante, tendríamos aquí una vida dura. Goza con las ilusiones, muchacho, y deja que las piedras sean piedras.

1 comentario:

  1. Un encanto muy particular a la hora de elegir fragmentos literarios.Yo no habría hecho mejor selección.

    Un abrazo

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