miércoles, 30 de diciembre de 2009

Réplica a "Un mes."

El tiempo no es más que una convención arbitraría para lo acontecido ¿De verdad para ti ha sido un mes, no tienes la sensación de que la fiebre se me pasó la semana pasada? ¿Ha sido un mes real, o onírico?

No te sabría cálcular ni cuando fue la última vez que hable contigo, que te llamé, que te prometí un pedazo de cielo; Pudó ser ayer, hace cinco minutos; Pudó haber sido ininterrumpido, un enlace total durante todo ese mes que no me ha permitido dejar de pensar en ti, en el futuro próximo.

Dígale al tal Dumas que podría dedicarse a eso de escribir. En todo caso, un muro, romperlo... ¿Nunca pensó nadie en simplemente abrir la puerta? Toda pared tiene una entrada, sólo hay que buscar el picaporte y girarlo. Por qué demoler y destruir si puedes hacer lo contrario, embellecer y levantar.

En un mes yo no he hecho nada. A mi no me agradezcas nada. Lo has hecho tú, yo sólo te he recordado que se puede querer, que se puede hacer sin tapujos, sin falacias y sin interés.

Lo que me das a cambio no tiene precio, y no le busques valor porque por incalculabre lo tenemos.

No tengas prisa. No ves que es sólo un principio, sólo hemos arañado la superficie de algo mucho mayor, más importante. Lo descubrirás cuando descubras qué te está esperando en esta áspera tierra donde se habla castellano, catalán y árabe.

Me entristecen estas fechas, más que me alegran; Cuando más tenemos, más notamos lo que nos falta. A mi me ocurre, supongo. Tengo la cabeza embotada, me cuesta ligar pensamientos y centrar la concentración. Y no sé por qué, no debiera.

Te quiero. Y lo que nos queda por delante es un camino que quizás no sea llano, pero seguiremos deleitándonos con él y las paradas que hagamos, no nos faltará material de estúpidez ajena que comentar o ver, ni poemas para leer ni canciones para pasarnos.

Ni piel que acariciar y desnudar. Te estaré esperando.

martes, 29 de diciembre de 2009

Un mes




Dumas, que es uno de mis escritores favoritos, dijo una vez: "Cuando el amor desenfrenado entra en el corazón, va royendo todos los demás sentimientos" Desenfrenado... Es curioso... Cuando otros han intentado derribar el muro que habia construido a mi alrrededor para cuidar de mi misma y no lo han conseguido tu llegas y en un mes...en menos de un mes...lo atraviesas, lo destruyes y construyes el paraiso más hermoso sobre sus restos. ¿Por qué? Supongo que precisamente por el amor, porque cuando es sincero no hay nada que pueda alzarse ante el y cortar su camino.

Un mes... ¿Sabes lo que conseguiste hacer por mi en tan poco tiempo? No te haces a la idea, pero puedo asegurarte que me das ganas de ser mejor persona,de seguir adelante con paso firme,y eso ya lo es todo, son los cimientos que necesitaba para todo lo que quiero llegar a ser. Seguridad, confianza, cariño, sinceridad... Me regalas tantas cosas en tan poco tiempo que casi puedo sentir como al abrazarlas contra mi para no perderlas estas se escapan entre mis brazos, y tu sin embargo siempre estas presente para retornarmelas. Casi siento como, si caigo, tu estaras presente para recogerme.

Soy tan avariciosa... Hay muchas veces que me olvido de todo y solo quiero pedirte más y más... tonterias, cosas que no tienen significado cuando en realidad tu me lo das todo. Me perdonas ¿Verdad? Despues de todo y digas tu lo que digas aun soy una niña que esta aprendiendo a caminar por este mundo.

¿Y yo que puedo darte a cambio? Nada.Creo. Inseguridades,miedos y un corazon medio roto que hace ya mucho tiempo que es tuyo... Solo hay una cosa que puedo darte pura e intacta, y es lo que siento por ti, que es mucho y ademas sincero...No puedo prometerte mas por ahora,pero soy consciente de que esto no abunda en el mundo que nos rodea.

El amor se compone de pequeñas cosas. No hay una receta exacta para fabricarlo,pero si sabemos que segun va pasando el tiempo podemos sumar a un sentimiento pequeño, como un rescoldo en la lumbre, los sentimientos y recuerdos que florecen con el paso del tiempo tal como si fueran troncos... termina convirtiendose en un fuego placentero que inunda todo,que nos inundara a ti y a mi...si me dejas,si sigues conmigo.

No se expresarme,llevo un buen rato escribiendo, o mas bien borrando lo que se me ocurre poner. Nada me parece adecuado para expresar esto,para algo que,como dice un buen amigo, "Es inexplicable que no cabe en las palabras...y no tiene fundamento,pero es fundamental...es algo que no empieza y por tanto no acaba...No hay causa que lo cause,y no lo puedes parar"... Asi que supongo que todo queda en un sincero te quiero,cada dia mas y mejor, y en un enorme gracias.

Algun dia me volvera la musa y podre escribirte cosas bonitas de verdad.

Bah >-<

lunes, 28 de diciembre de 2009

Te pienso

Te pienso luego de una larga noche,
luego de sombras y espacios fríos.
Te pienso luego de abismos simulados,
luego de silencios largos
y ojos dormidos.
Te pienso...y no estás ausente,
en mi despertar existe tu sombra
que danza pausada buscando su lecho
para aunarse en la realidad escondida
del tiempo sin memoria.
Te pienso luego de larga ausencia,
y es como si tu voz
me llamara a gritos
a reunirme con tu boca,
de la que emana un manantial de sal
perdido entre cielo y rocas.
Te pienso en mi despertar
y mi voz te llama..te clama.
¡Ay! Si el tiempo
no fuera un cruel tirano
derrumbando a su paso espacios
dejándolos vacíos,
solo si el tiempo nos diera tregua
para recobrar lo perdido,
podría recuperar mi acento
y tu,patria mía,podrías de nuevo
tenerme contigo.

Lsa sangre del ruiseñor

-Dijo que bailaría conmigo si le llevaba una rosa roja -se lamentaba el joven estudiante-, pero no hay una solo rosa roja en todo mi jardín.

Desde su nido de la encina, oyóle el ruiseñor. Miró por entre las hojas asombrado.

-¡No hay ni una rosa roja en todo mi jardín! -gritaba el estudiante.

Y sus bellos ojos se llenaron de llanto.

-¡Ah, de qué cosa más insignificante depende la felicidad! He leído cuanto han escrito los sabios; poseo todos los secretos de la filosofía y encuentro mi vida destrozada por carecer de una rosa roja.

-He aquí, por fin, el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor-. Le he cantado todas las noches, aún sin conocerlo; todas las noches les cuento su historia a las estrellas, y ahora lo veo. Su cabellera es oscura como la flor del jacinto y sus labios rojos como la rosa que desea; pero la pasión lo ha puesto pálido como el marfil y el dolor ha sellado su frente.

-El príncipe da un baile mañana por la noche -murmuraba el joven estudiante-, y mi amada asistirá a la fiesta. Si le llevo una rosa roja, bailará conmigo hasta el amanecer. Si le llevo una rosa roja, la tendré en mis brazos, reclinará su cabeza sobre mi hombro y su mano estrechará la mía. Pero no hay rosas rojas en mi jardín. Por lo tanto, tendré que estar solo y no me hará ningún caso. No se fijará en mí para nada y se destrozará mi corazón.

-He aquí el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor-. Sufre todo lo que yo canto: todo lo que es alegría para mí es pena para él. Realmente el amor es algo maravilloso: es más bello que las esmeraldas y más raro que los finos ópalos. Perlas y rubíes no pueden pagarlo porque no se halla expuesto en el mercado. No puede uno comprarlo al vendedor ni ponerlo en una balanza para adquirirlo a peso de oro.

-Los músicos estarán en su estrado -decía el joven estudiante-. Tocarán sus instrumentos de cuerda y mi adorada bailará a los sones del arpa y del violín. Bailará tan vaporosamente que su pie no tocará el suelo, y los cortesanos con sus alegres atavíos la rodearán solícitos; pero conmigo no bailará, porque no tengo rosas rojas que darle.

Y dejándose caer en el césped, se cubría la cara con las manos y lloraba.

-¿Por qué llora? -preguntó la lagartija verde, correteando cerca de él, con la cola levantada.

-Si, ¿por qué? -decía una mariposa que revoloteaba persiguiendo un rayo de sol.

-Eso digo yo, ¿por qué? -murmuró una margarita a su vecina, con una vocecilla tenue.

-Llora por una rosa roja.

-¿Por una rosa roja? ¡Qué tontería!

Y la lagartija, que era algo cínica, se echo a reír con todas sus ganas.

Pero el ruiseñor, que comprendía el secreto de la pena del estudiante, permaneció silencioso en la encina, reflexionando sobre el misterio del amor.

De pronto desplegó sus alas oscuras y emprendió el vuelo.

Pasó por el bosque como una sombra, y como una sombra atravesó el jardín.

En el centro del prado se levantaba un hermoso rosal, y al verle, voló hacia él y se posó sobre una ramita.

-Dame una rosa roja -le gritó -, y te cantaré mis canciones más dulces.

Pero el rosal meneó la cabeza.

-Mis rosas son blancas -contestó-, blancas como la espuma del mar, más blancas que la nieve de la montaña. Ve en busca del hermano mío que crece alrededor del viejo reloj de sol y quizá el te dé lo que quieres.

Entonces el ruiseñor voló al rosal que crecía entorno del viejo reloj de sol.

-Dame una rosa roja -le gritó -, y te cantaré mis canciones más dulces.

Pero el rosal meneó la cabeza.

-Mis rosas son amarillas -respondió-, tan amarillas como los cabellos de las sirenas que se sientan sobre un tronco de árbol, más amarillas que el narciso que florece en los prados antes de que llegue el segador con la hoz. Ve en busca de mi hermano, el que crece debajo de la ventana del estudiante, y quizá el te dé lo que quieres.

Entonces el ruiseñor voló al rosal que crecía debajo de la ventana del estudiante.

-Dame una rosa roja -le gritó-, y te cantaré mis canciones más dulces.

Pero el arbusto meneó la cabeza.

-Mis rosas son rojas -respondió-, tan rojas como las patas de las palomas, más rojas que los grandes abanicos de coral que el océano mece en sus abismos; pero el invierno ha helado mis venas, la escarcha ha marchitado mis botones, el huracán ha partido mis ramas, y no tendré más rosas este año.

-No necesito más que una rosa roja -gritó el ruiseñor-, una sola rosa roja. ¿No hay ningún medio para que yo la consiga?

-Hay un medio -respondió el rosal-, pero es tan terrible que no me atrevo a decírtelo.

-Dímelo -contestó el ruiseñor-. No soy miedoso.

-Si necesitas una rosa roja -dijo el rosal -, tienes que hacerla con notas de música al claro de luna y teñirla con sangre de tu propio corazón. Cantarás para mí con el pecho apoyado en mis espinas. Cantarás para mí durante toda la noche y las espinas te atravesarán el corazón: la sangre de tu vida correrá por mis venas y se convertirá en sangre mía.

La muerte es un buen precio por una rosa roja -replicó el ruiseñor-, y todo el mundo ama la vida. Es grato posarse en el bosque verdeante y mirar al sol en su carro de oro y a la luna en su carro de perlas. Suave es el aroma de los nobles espinos. Dulces son las campanillas que se esconden en el valle y los brezos que cubren la colina. Sin embargo, el amor es mejor que la vida. ¿Y qué es el corazón de un pájaro comparado con el de un hombre?
Entonces desplegó sus alas obscuras y emprendió el vuelo. Pasó por el jardín como una sombra y como una sombra cruzó el bosque.
El joven estudiante permanecía tendido sobre el césped allí donde el ruiseñor lo dejó y las lágrimas no se habían secado aún en sus bellos ojos.
-Sé feliz -le gritó el ruiseñor-, sé feliz; tendrás tu rosa roja. La crearé con notas de música al claro de luna y la teñiré con la sangre de mi propio corazón. Lo único que te pido, en cambio, es que seas un verdadero enamorado, porque el amor es más sabio que la filosofía, aunque ésta sea sabia; más fuerte que el poder, por fuerte que éste lo sea. Sus alas son color de fuego y su cuerpo color de llama; sus labios son dulces como la miel y su hálito es como el incienso.
El estudiante levantó los ojos del césped y prestó atención; pero no pudo comprender lo que le decía el ruiseñor, pues sólo sabía las cosas que están escritas en los libros.

Pero la encina lo comprendió y se puso triste, porque amaba mucho al ruiseñor que había construido su nido en sus ramas.
-Cántame la última canción -murmuró-. ¡Me quedaré tan triste cuando te vayas!
Entonces el ruiseñor cantó para la encina, y su voz era como el agua que ríe en una fuente argentina.
Al terminar la canción, el estudiante se levantó, sacando al mismo tiempo su cuaderno de notas y su lápiz.
"El ruiseñor -se decía paseándose por la alameda-, el ruiseñor posee una belleza innegable, ¿pero siente? Me temo que no. Después de todo, es como muchos artistas: puro estilo, exento de sinceridad. No se sacrifica por los demás. No piensa más que en la música y en el arte; como todo el mundo sabe, es egoísta. Ciertamente, no puede negarse que su garganta tiene notas bellísimas. ¿Que lástima que todo eso no tenga sentido alguno, que no persiga ningún fin práctico!"
Y volviendo a su habitación, se acostó sobre su jergoncillo y se puso a pensar en su adorada.
Al poco rato se quedo dormido.
Y cuando la luna brillaba en los cielos, el ruiseñor voló al rosal y colocó su pecho contra las espinas.
Y toda la noche cantó con el pecho apoyado sobre las espinas, y la fría luna de cristal se detuvo y estuvo escuchando toda la noche.
Cantó durante toda la noche, y las espinas penetraron cada vez más en su pecho, y la sangre de su vida fluía de su pecho.

Al principio cantó el nacimiento del amor en el corazón de un joven y de una muchacha, y sobre la rama más alta del rosal floreció una rosa maravillosa, pétalo tras pétalo, canción tras canción.
Primero era pálida como la bruma que flota sobre el río, pálida como los pies de la mañana y argentada como las alas de la aurora.
La rosa que florecía sobre la rama más alta del rosal parecía la sombra de una rosa en un espejo de plata, la sombra de la rosa en un lago.
Pero el rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas.
-Apriétate más, ruiseñorcito -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada.
Entonces el ruiseñor se apretó más contra las espinas y su canto fluyó más sonoro, porque cantaba el nacimiento de la pasión en el alma de un hombre y de una virgen.
Y un delicado rubor apareció sobre los pétalos de la rosa, lo mismo que enrojece la cara de un enamorado que besa los labios de su prometida.
Pero las espinas no habían llegado aún al corazón del ruiseñor; por eso el corazón de la rosa seguía blanco: porque sólo la sangre de un ruiseñor puede colorear el corazón de una rosa.
Y el rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas.
-Apriétate más, ruiseñorcito -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada.
Entonces el ruiseñor se apretó aún más contra las espinas, y las espinas tocaron su corazón y él sintió en su interior un cruel tormento de dolor.

Cuanto más acerbo era su dolor, más impetuoso salía su canto, porque cantaba el amor sublimado por la muerte, el amor que no termina en la tumba.
Y la rosa maravillosa enrojeció como las rosas de Bengala. Purpúreo era el color de los pétalos y purpúreo como un rubí era su corazón.
Pero la voz del ruiseñor desfalleció. Sus breves alas empezaron a batir y una nube se extendió sobre sus ojos.
Su canto se fue debilitando cada vez más. Sintió que algo se le ahogaba en la garganta.
Entonces su canto tuvo un último destello. La blanca luna le oyó y olvidándose de la aurora se detuvo en el cielo.
La rosa roja le oyó; tembló toda ella de arrobamiento y abrió sus pétalos al aire frío del alba.
El eco le condujo hacia su caverna purpúrea de las colinas, despertando de sus sueños a los rebaños dormidos.
El canto flotó entre los cañaverales del río, que llevaron su mensaje al mar.
-Mira, mira -gritó el rosal-, ya está terminada la rosa.
Pero el ruiseñor no respondió; yacía muerto sobre las altas hierbas, con el corazón traspasado de espinas.
A medio día el estudiante abrió su ventana y miró hacia afuera.

-¡Qué extraña buena suerte! -exclamó-. ¡He aquí una rosa roja! No he visto rosa semejante en toda vida. Es tan bella que estoy seguro de que debe tener en latín un nombre muy enrevesado.
E inclinándose, la cogió.
Inmediatamente se puso el sombrero y corrió a casa del profesor, llevando en su mano la rosa.
La hija del profesor estaba sentada a la puerta. Devanaba seda azul sobre un carrete, con un perrito echado a sus pies.
-Dijiste que bailarías conmigo si te traía una rosa roja -le dijo el estudiante-. He aquí la rosa más roja del mundo. Esta noche la prenderás cerca de tu corazón, y cuando bailemos juntos, ella te dirá cuanto te quiero.
Pero la joven frunció las cejas.
-Temo que esta rosa no armonice bien con mi vestido -respondió-. Además, el sobrino del chambelán me ha enviado varias joyas de verdad, y ya se sabe que las joyas cuestan más que las flores.
-¡Oh, qué ingrata eres! -dijo el estudiante lleno de cólera.
Y tiró la rosa al arroyo.
Un pesado carro la aplastó.

-¡Ingrato! -dijo la joven-. Te diré que te portas como un grosero; y después de todo, ¿qué eres? Un simple estudiante. ¡Bah! No creo que puedas tener nunca hebillas de plata en los zapatos como las del sobrino del chambelán.
Y levantándose de su silla, se metió en su casa.
"¡Qué tontería es el amor! -se decía el estudiante a su regreso-. No es ni la mitad de útil que la lógica, porque no puede probar nada; habla siempre de cosas que no sucederán y hace creer a la gente cosas que no son ciertas. Realmente, no es nada práctico, y como en nuestra época todo estriba en ser práctico, voy a volver a la filosofía y al estudio de la metafísica."
Y dicho esto, el estudiante, una vez en su habitación, abrió un gran libro polvoriento y se puso a leer

El enigma en el espejo

Se despertó de repente. Tenía que ser de noche porque en la casa reinaba un silencio absoluto. Cecilia abrió los ojos y encendió la lámpara que había sobre la cama.
Oyó una voz que decía:
—¿Has dormido bien?
¿Quién era? No había nadie en la silla. Tampoco había nadie en ninguna otra parte de la habitación.
—¿Has dormido bien? —oyó de nuevo.
Cecilia se incorporó en la cama y echó un vistazo a la habitación. Alguien estaba sentado sobre el alféizar de la ventana. Allí sólo cabía un niño, pero no era Lasse. ¿Quién podía ser?
—No tengas miedo —dijo el desconocido; su voz era clara y alegre.
Él o ella llevaba una túnica blanca y estaba descalzo. Cecilia apenas podía vislumbrar su cara en el contraluz que producía el árbol de fuera.
Se restregó los ojos, pero la figura vestida de blanco seguía en el mismo sitio.
¿Era una chica o un chico? Cecilia no estaba muy segura, porque él o ella no tenía ni un pelo en la cabeza. Decidió que tenía que ser un chico, pero de igual forma podía haber decidido lo contrario.
—¿No puedes decirme si has dormido bien? —repitió el misterioso huésped.
—Que sí... Pero ¿quién eres tú?
—Ariel.
Cecilia se restregó los ojos de nuevo.
—¿Ariel?
—Sí, soy yo, Cecilia.
Ella negó con la cabeza.
—Sigo sin saber quién eres.
—Pues nosotros sabemos casi todo de vosotros. Es exactamente como en un espejo.
—¿Como en un espejo?
La figura se inclinó hacia delante, parecía que en cualquier momento iba a vencerse y caer sobre el escritorio.
—Vosotros sólo os veis a vosotros mismos. No sois capaces de ver lo que hay al otro lado.
Cecilia dio un respingo. Cuando era más pequeña, se colocaba a menudo delante del espejo del cuarto de baño, imaginándose que había un mundo al otro lado. Algunas veces había temido que, los que vivían allí, pudieran ver a través del espejo y espiarla mientras se arreglaba. O peor aún: se había preguntado si serían capaces de saltar a través de él y aparecer de repente en el cuarto de baño.
Cecilia pensó en lo que le había leído su abuela de la Biblia.
—«Gloria a Dios en los cielos y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad» —citó Cecilia—. ¿Eso es lo que quieres decir?
—El ejército celestial, sí. Fuimos un gran grupo de animadores.
—No me lo creo.
Ariel ladeó la cabeza y por fin Cecilia pudo ver un poco mejor su rostro. Le recordó a la cara de una de las muñecas de Marianne.
—Lo siento por ti —dijo Ariel.
—¿Porque estoy enferma?
Ariel negó con la cabeza.
—Quiero decir que debe de resultar incómodo no creer en la persona con la que estás hablando.
—¡Bah!
—¿Es verdad que a veces sois tan desconfiados que os ponéis negros por dentro?
Cecilia hizo una mueca de desagrado.
—Sólo estoy preguntando —aseguró Ariel—. Porque aunque hemos visto ir y venir a los seres humanos, no sabemos exactamente cómo es eso de ser de carne y hueso.
Cecilia se revolvía en la cama, pero Ariel no se callaba.
—Por lo menos debe de ser desagradable desconfiar tanto, ¿no?
—Aún más desagradable es mentir descaradamente a una niña enferma.
Ariel se tapó la boca y dejó escapar un grito de susto:
—¡Los ángeles no mienten, Cecilia!
Ahora le tocó a ella asustarse:
—¿De verdad eres un ángel?
Asintió levemente, como si no fuera algo de lo que vanagloriarse. A Cecilia se le bajaron inmediatamente los humos. Al cabo de un instante, dijo:
—Eso es lo que he pensado todo el tiempo. Es verdad. Pero no me he atrevido a preguntar por si me equivocaba. Porque no estoy del todo segura de si creo en los ángeles o no.
Ariel quitó importancia al tema con un gesto:
—Oye, ese juego podemos dejarlo, ¿sabes? Imagínate que yo te dijera que no estoy del todo seguro de si creo en ti. En ese caso, sería completamente imposible probar quién de los dos tiene razón.
Como para demostrar que era un ángel hecho y derecho, bajó de un salto al escritorio y comenzó a pasearse por el tablero. Un par de veces pareció estar a punto de perder el equilibrio y caerse al suelo, pero siempre volvía a enderezarse justo antes de que fuera demasiado tarde. Y también en una ocasión pareció recuperar el equilibrio después de haberlo perdido.
—«Un ángel en mi casa» —murmuró Cecilia para sus adentros, como si fuera el nombre de un libro que hubiera leído.

Del mio interminabile fiume perso

Nella mia infanzia
scorreva un fiume che mi apparteneva

Mi faceva credere che il suo aroma di pietra incantata
era come le semplici parole di mia madre

Lo contemplavo acquisire il colore delle cose
che continuava a resuscitare:
un ramo con foglie trasparenti
l'indicibile allegria dei miei compagni
o il fresco angolo erratico del mio piede nudo

Il mio fiume mi cullava nel momento del sonno
al posto di mia madre

Ci sono occasioni in cui mi sveglio
sognandolo

E ringrazio l'acqua per il fatto di non avere imparato a nuotare mai
per potere annegare in pace nella corrente
del mio interminabile fiume perso

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En mi infancia
corría un río que me pertenecía

Me hacía creer que su aroma de piedra encantada
era como las simples palabras de mi madre

Lo contemplaba adquirir el color de las cosas
que iba resucitando:
una rama con hojas transparentes
la indecible alegría de mis compañeros
o el fresco ángulo errático de mi pie desnudo

Mi río me arrullaba a la hora del sueño
en lugar de mi madre

Hay ocasiones en que despierto
soñando con él

Y agradezco al agua el no haber aprendido a nadar nunca
para poder ahogarme en paz en la corriente
de mi interminable río perdido

¿Por que luchas tu?

Como en las grandes historias, Señor Frodo,las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes peligros,aquellas de las que uno no quiere saber el final porque, ¿cómo van a acabar bien? ¿Cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido?Pero, al final, todo es pasajero, como esta sombra. Incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día.
Y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún.
Esas son las historias que llenan el corazón, porque tienen mucho sentido, aún cuando eres demasiado pequeño para entenderlas. Pero creo, Señor Frodo, que ahora lo entiendo. Los protagonistas de esas historias se rendirían si quisieran pero no lo hacen, siguen adelante, porque todos luchan por algo.

¿Por qué luchas tú, Sam?

Porque el bien reine en este mundo, señor Frodo, se puede luchar por eso.

La reina de las nieves

-La naturaleza tiene muchas artimañas para convencer al hombre de su finitud -el incesante fluir de las mareas, la furia de la tormenta, la sacudida del terremoto, el largo retumbar de la artillería del cielo-, pero la más tremenda, la más sorprendente de todas es la fase pasiva del silencio blanco. Cesa todo movimiento, el aire se despeja, los cielos se vuelven de latón; el más pequeño susurro parece un sacrilegio, y el hombre se torna tímido, asustado del sonido de su propia voz. Única señal de vida que viaja a través de las espectrales inmensidades de un mundo muerto, tiembla ante su propia audacia, se da cuenta de que su vida no vale más que la de un gusano. Surgen extraños pensamientos no llamados, y el misterio de todas las cosas pugna por darse a conocer. Y el temor a la muerte, a Dios, al universo, se apodera de él, la esperanza en la resurrección y la vida, su deseo de inmortalidad, la lucha vana de la esencia aprisionada. Entonces, si alguna vez ocurre, el hombre camina solo con Dios.

La mujer había hablado al heraldo como quién habla para si mismo,pero esque ella era así de misteriosa, quizás porque vivía alejada en aquellas montañas sin tener apenas oportunidad de hablar con nadie y estaba acostumbrada a esparcer su filosofía por el paisaje que la rodeaba como quién siembra en un huerto al caer al atardecer: en silencio,con cuidado y ensimismándose en toda la belleza que le rodeaba. Si aquel guerrero la había entendido o no carecía de importancia pues ya antes de eso había aceptado la misión de esconder la Corona de Hielo y si le dirigía esas palabras era porque gozaba de sentir y ver con claridad los pensamientos que inundaban la mente de las pocas personas que llegaban a alcanzar esa cima nevada.

Asi que el varon hizo una reverencia entre temblorosa y dubitativa para despesdirse, sin atreverse a contestar a las palabras que aquella la mujer (a la que unos llamaban reina,otros diosa...de las nieves en todo caso) le habia dedicado.

Y ella volvia a su solitaria monotonia.A dedicarle al viento helado del Norte las palabras que nadie podria escuchar,a ensimismarse con esa belleza serena que la rodeaba cada dia de su inmortal vida y a esperar, esta vez y como ultima variante, a la persona que estaba destinada a recuperar esa corona.

....

Se que desde donde mejor se puede ver,apreciar, temer una tormenta... es desde la cima del mundo. En lo alto de la montaña ,allí donde no hay riscos, arboles,bosques enteros que te oculten la luz y el sonido del apocalipsis.
Allí donde ella estaba,alta y serena ante todos los acontecimientos de la vida, ante todo lo que aflige el corazón de los humanos, que no son mas que juegos a la vista de los dioses.A su vista,la de la Diosa de las Nieves.Allí,en aquella altitud,todo seguía cubierto por su manto blanco,que brillaba como diamantes bajo la benevolente luz de la luna,y como plata por la aterradora y fugaz luz de los rayos que cruzaban el cielo. Allí ella,que no pertenecía ni al bien ni al mal, contemplaba extasiada en su omnipotencia como la electricidad destruía arboles, creaba surcos en la tierra que se asemejaban a las pisadas de los gigantes que habian habitado esa misma tierra cientos de años antes.

Y se complacía...De nuevo amaba su retiro en la montaña,porque podía ensimismarse ante ese poderío como quien observa el dolor de una persona desde el exterior,con el la beneficencia de que nunca afrontara nada parecido,y comprendiendo sin embargo el por que de las esperanzas y las frustraciones humanas,del bien y el mal,de las buenas acciones, el temor y el miedo que acosaba en algunos momentos a quienes hacian daño mas incluso que a los propios dañados.

Porque ella estaba por encima de todo eso,como lo estaban las voces de los lobos que aun esa noche se alzaban desde los bosques,sobre el retumbar de los truenos y el chasquido metálico de los relámpagos, aullando a una luna que permanecía tras la oscuridad del cielo,y que se mantendría allí siempre. Porque aquellos animales eran inteligentes y sabían que no tenían que temer una oscuridad que tarde o temprano se marcharía y les dejaría observar con mas claridad el aura argenta que siempre brillaba en el cielo.

Porque sabían,como la misma Diosa les había enseñado en los principios de la creación,que la vida fluía como las aguas de un río,que todo cambiaba, evolucionaba o incluso desaparecía y que,si era en el ultimo caso, lo hacia para dejar lugar a algo nuevo,mas hermoso si cabe, pues estaba dotado con el don de la experiencia y el sufrimiento.

Ese es el ciclo de la vida.Ella nos presenta una senda,ante nosotros,y cubre el firmamento de la misma con tormentas que transforman la tierra del camino en barro que nos impide proseguir nuestros pasos...pero luego,cuando conseguimos atravesar la colina mas alta el sol brilla con mas fuerza aun y deja a tus pies un paisaje precioso que no habías podido ver antes porque te centrabas en atravesar la tormenta.

Porque no todos somos dioses...y no todos estamos sobre las tormentas.

Dulce toxicidad

Eres una muñeca de trapo.
Son tus ojos dos botones negros
que miran y no miran.
Una muñeca de trapo...
Poco cabello pero gran encanto.
Tu corazon,de algodón y viruta
insensible a cuanto pasa,
toxico para quien se acerca.
Miras siempre por esos irs
que ven y no ven.
Igual que tu corazon virulento
que siente y no siente.
Pero siempre sonries,siempre.
Disfrutas con el daño ajeno
cuando ves el dolor
que provoca tu veneno como
fria venganza en quien te daña.
Podran maltratarte,odiarte
arrancarte tus manos y tus pies.
Que tu seguiras sorniendo
siempre,siempre...
Antes eras marioneta
y cortaste tus hilos,
le gastaste mala jugada al destino.
¿Y ahora?¿Que eres?
No eres nada y Todo eres,
tan solo una muñeca doliente
que disfruta con el dolor
de quien te trata como un juguete.
No eres un juguete,y si lo eres
el juguete de Belzebu
maldita en vida indolente,
sadica y complaciente.
Y miras desde tu estanteria
buscando a tu proxima victima
mientras todo el mundo te juzgan
y se confuden,porque no te conocen.
Ven el rostro de un angel.
Sonriente,siempre,siempre...
Y tu no les avisas...¿Para que?
Si ellos ya tendrian que saber
que no hay solo una sonrisa,
que el sadismo se esconde
tras tu dulce fisonomia.
Eres una muñeca de trapo
siempre,siempre.

Y yo...el mar...

Yfrente a mi...el mar...
La gloria de los antepasados oculta tras las olas,llamandome desde dentro,ensalzandome al coraje para afrontar la vida como lo hicieron ellos,rompiendo los yugos opresores...
Siempre el mismo miedo...generacion tras generacion...
Miedo a no poder caminar por tus propios pies
Miedo,al miedo...
Al incumplimiento de los sueños,a la frustracion diaria,al delirio de poetas abogando por un mundo de luz que no es tal mundo,sino una carcel,cadenas,oscuridad...
Miedo a que el cielo caiga sobre nuestras cabezas o el suelo se abra ante nuestros pies...
Miedo por la inseguridad que caracteriza a todo ser humano...
Porque el hombre ama,siente,vive...
Muere en cada fracaso,en cada decepcion,en cada perdida...
Porque es incompleto,porque evoluciona dia a dia y tiene que superar todas estas cosas...y mas...
Hace del pasado una escuela,del futuro tierras inexploradas por descubrir...
Y solo teme que esposen sus pies y no le dejen evolucionar...
Pero el mar... es fuerte,arrasaria mil empalizadas para que no frenaran su crecimiento...
Y yo,como mis antepasados,llevo ese pasado dentro de mi...
Orgullosa de ser lo que soy,sonriendo por poder levantarme ante cada golpe...
Sonrio porque,al fin...soy lo fuerte que siempre quise ser...
Y yo...el mar....

del mejor libro del mundo :)

En mi vida me han llamado de muchas maneras: hermana,amante,sacerdotisa,hechicera,reina. Ahora,ciertamente,soy hechicera, y acaso haya llegado el momento de que esas cosas se conozcan. Pero,a decir verdad, creo que seran los cristianos quienes digan la ultima palabra,pues el mundo de las hadas se aleja sin pausa del mundo en el que impera Cristo.No tengo nada contra El, sino contra sus sacerdotes,que ven un demonio en la Gran Diosa y niegan que alguna vez tuviera poder en este mundo.A lo sumo dicen que su poder procede de Satanas.O bien la visten con la tunica azul de la señora de Nazaret (que tambien,a su modo,tenia poder) y dicen que siempre fue virgen.Pero...¿que puede saber una virgen de los pesares y tribulaciones de la humanidad?
Y ahora que el mundo ha cambiado ahora que Arturo (mi hermano,mi amante,el rey que fue y el rey que sera) yace muerto (dormido dice la gente)en la sagrada isla de Avalaon,es necesario contar la historia tal y como era antes de que llagaran los sacerdotes del Cristo Blanco y lo ocultaran todo con sus santos y leyendas.
Pues,como digo,el mundo ha cambiado. Hubo un tiempo en que un viajero,si tenia voluntad y conocia algunos secretos,podia adentrarse con su barca por el mar del Estio y llegar,no al Glatombury de los monjes,sino a la sagrada isla de Avalon,pues en esos tiempos las puertas entre los dos mundos se difuminaban entre las brumas y estaban abiertas,segun el viajero pensara y deseara. Y este es el gran secreto,que era conocido por todos los hombres instruidos de nuestros dias: el pensamiento del hombre crea un mundo nuevo a su alrrededor,dia a dia.
Y ahora los sacerdotes,pensando que esto atenta contra el poder de su Dios,que creo el mundo inmutable de una vez para siempre,han cerrado esas puertas (que nunca fueron tales,salvo en la mente de los hombres) y los senderos conducen solo a sus fines,que ellos salvaguardaron con el tañido de las campanas de sus iglesias,ahuyentando toda idea de que otro mundo se extienda en la oscuridad. E incluso dicen que ese mundo,si en verdad existe,es propiedad de Satanas y la entrada del Infierno,si no el Infierno mismo.
Nunca se que puede o no puede haber creado su Dios.Pese a las leyendas que se cuentan,nunca supe mucho de sus sacerdotes ni vesti el negro de sus monjas esclavizadas.Si los cortesanos de Arturo,en Camelot quisieron verme de ese modo (puesto que siempre use la tunica oscura de la Gran Madre en su funcion de hechicera),no los saque de su error.En verdad,hacia el final del reinado de Arturo,hacerlo hubiera sido peligroso,y yo inclinaba la cabeza hacia la conveniencia,algo que no habria hecho nunca mi maestra:Viviana,la Dama del Lago,en otros tiempos la mejor amiga de Arturo,exceptuandome a mi,y mas tarde su mas tenebrosa enemiga...tambien exceptuandome a mi
Pero la lucha ha terminado pude tratarlo,no como a mi enemigo y el de mi Diosa,sino como a mi hermano,como a un moribundo que necesitaba el socorro de la Madre,a la que todos los hombres acaban por acudir.Tambien los sacerdotes lo saben,pues su siempre virgen,Maria,vestida de azul,se convierte a la hora de la muerte en la Madre del mundo.
Asi,Arturo yacia por fin con la cabeza en mi regazo sin ver en mi a la hermana,a la amante o a la enemiga,sino solo a la hechicera,la Sacerdotisa,la Dama del Lago. Y asi descansaba en el seno de la Gran Madre,del que salio al nacer y al que tenia que volver al final,como todos los hombres.Y mientras yo conducia la barca que lo llevaba,no ya a la isla de los Sacerdotes, sino a la verdadera Isla Sagrada que esta en el mundo de las tinieblas,mas alla del nuestro,tal vez se arrepintio de la enemistad que se habia interpuesto entre nosotros.
En esta narracion hablare de sucesos acontecidos cuando yo era demasiado niña para comprenderlos y de otros que sucederian sin estar yo presente.Y tal vez mi oyente se distraera pensando "he aqui su magia"Pero siempre he tenido el don de la videncia y el de ver dentro de la mente humana,y en todo este tiempo he estado cerca de hombres y mujeres.Por eso aveces sabia,de un modo u otro,todo lo que pensaban.Y asi contare esta leyenda...
Pues un dia los sacerdotes tambien la contaran,tal como la conocieron.Quizas,entre una y otra version,se pueda ver algun destello de verdad.
orque esto es lo que los sacerdotes no saben,con su unico Dios y su unica Verdad: que no hay leyenda veraz.La verdad tiene muchos rostros..Es como el antiguo camino para atravesar las magicas nieblas:de la voluntad de cada cual y de sus pensamientos depende el rumbo que tome y que al final se encuentre en las sagradas Tierras de la Eternidad o entre los sacerdotes,con sus campanas,su muerte,su Satanas,el infierno y la condenacion...Pero tal vez soy injusta con ellos.Incluso la Dama del Lago,que detestaba las vestiduras sacerdotales tanto como a las serpientes venenosas (y con sobrados motivos) me censuro una vez por hablar mal de su Dios.
Porque todos los dioses son un solo Dios-me dijo como habia dicho muchas otras veces,como yo misma habia repetido a mis novicias,como repetirian todas las sacerdotisas que me suceda-y todas las diosas una unica Diosa,y solo hay un Iniciador.A cada hombre su verdad y el Dios que hay en su interior.
Asi que,tal vez,la verdad flote entre el camino de Glatombury isla de los Sacerdotes,y el camino de Avalon,por siempre perdido en las brumas del mar del Estio.
Pero esta es mi verdad:yo soy Morgana,os la cuento.Morgana que en epocas actuales se llamo Hada Morgana

Que me recuerdes...

¿Que fue de los que lucharon?
¿Que de los que calleron?
Recordamos sus luchas
olvidamos sus nombres
Pero fueron ellos..
quienes dieron sentido al valor
quienes nos enseñaron el amor
La historia no recuerda a los hombres
no me recordara a mi
no recordara como luche por ti
como lucho,caigo,me levanto
me alzo y te tiendo los brazos
te invito a volar a mi lado...
Lloro porque te pierdo
lloro porque te tengo
Porque no hay una lucha unica
no luchamos solo en el campo de batalla
luche,lucho,luchare...
por ti,para ti...porque si
porque te mereces el cielo
y no quiero que nadie mas me recuerde
solo...tu....

El punto medio

Pero después de seis años de tan terrible austeridad, su cuerpo estaba totalmente demacrado y débil. Y un día mientras estaba sentado realizando su práctica ascética frente a un río, vió una barca que pasaba con un maestro de música y su discípulo afinando un instrumento musical de cuerda. Siddharta escuchó al maestro decirle al alumno: "Si la cuerda está demasiado floja, no producirá el sonido adecuado. Y si la cuerda está demasiado tensa, se romperá fácilmente". Estas palabras le hicieron comprender al príncipe que su ascetismo no lo llevaría a nada más que a la muerte y que lo correcto era tomar el camino del medio: ni en busca de los placeres, ni en busca de la automortificación.

La peste asola Venecia

Veo Venecia como nunca antes.
Las gondolas en El Canalazzo
parecen muertos en la Estigia.
Suenan trompetas como ecos funebres
y todo parece gris lapidario.

Huelo el aire,rancio,dulce pese a todo
las rosas negras adorno de disfraces,
la arcilla de las mascaras fantasmagoricas
que ocultan rostros no menos tetricos
e ideas,sentimientos,deseos oscuros.

Santa Maria della Salute,alta,majestuosa
me recuerda el temor a la muerte
de estos ciudadanos que ahora celebran,
festejan,rien,olvidando el pasado.
Marmol esculpido sobre pestilenta muerte.

Y sin embargo algo llama al renacimiento
como la purificacion continua de la ciudad
por las idas y venidas continuas de las mareas.
Marea de vendetta por odio,sangre por sacro acero
y la peste aniquilada como indefenso animalillo.

Aquellos que me arrebataron a mi familia
que hicieron de mi una muerta en vida
como una bruma oscura que solo siente dolor.
Aquellos que tornaron mi amada ciudad a las sombras
Esos llenaran mis manos con su sangre.Y yo reire.

Solo el amor de la luz que me acompaña
la luz que brota de esas mismas sombras
tornandose la mas hermosas de cuantas existen,
solo ese amor contiene mi ira y mi dolor
y me hace imaginar un amanecer sobre los canales.

Un amor que teñiria de dorados y violaceos el cielo,
que daria a los palacios la majestuosidad de antaño,
mi rey,mi señor...amo de las tinieblas,dios de la luz
es el quien toma mi mano y guia mis pasos
quien junto a mi dara cumplida bien justa venganza.

Y mientras que siga el carnaval en mis amadas calles
que las mascaras oculten lo que deseen
que el amor y la lujuria broten como cada año.
Que nada me importa mas que estar junto a mi dueño
con quien Venecia renace en palido oro.

Todo.Nada

Después de todo, todo ha sido nada
a pesar de que un día lo fue todo;
después de nada o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito "¡todo!" y el eco dice "¡nada!",
grito "¡nada!" y el eco dice "¡todo!",
ahora se que la nada lo era todo
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada,
era ilusión lo que creía todo
y que en definitiva era la nada...

qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo;
¡después de tanto todo... para nada!

Si muero, que me pongan desnudo,
desnudo junto al mar.
Serán las aguas grises mi escudo
y no habrá que luchar.

Si muero, que me dejen a solas.
La mar es mi jardín.
No puede, quien amaba las olas,
desear otro fin.

Oiré la melodía del viento,
la misteriosa voz.
Será por fin vencido el momento
que siega como hoz.

Que siega pesadumbres. Y cuando
la noche empiece a arder,
soñando, sollozando, cantando,
yo volveré a nacer.

Cuento del Viejo Antonio

Mordisquea la pipa el Viejo Antonio. Mordisquea las palabras y les da forma y sentido. Habla el Viejo Antonio, la lluvia se detiene a escuchar y el agua y la oscuridad dan un reposo.

"Nuestros más grandes abuelos tuvieron que enfrentar al extranjero que vino a conquistar estas tierras. Vino el extranjero a ponernos otro modo, otra palabra, otra creencia, otro dios y otra justicia. Era su justicia sólo para tener él y despojarnos a nosotros. Era su dios el oro. Era su creencia su superioridad. Era su palabra la mentira. Era su modo la crueldad. Los nuestros, los más grandes guerreros se enfrentaron a ellos, grandes peleas hubo entre los naturales de estas tierras para defender la tierra de la mano del extranjero. Pero grande era también la fuerza que traía la mano extraña. Grandes y buenos guerreros cayeron peleando y murieron. Las batallas seguían, pocos eran ya los guerreros y las mujeres y los niños tomaban las armas de los que caían.

Se reunieron entonces los más sabios de los abuelos y se contaron la historia de la espada, del árbol, de la piedra y el agua. Se contaron que en los tiempos más viejos y allá en las montañas se reunieron las cosas que los hombres tenían para trabajarse y defenderse. Andaban los dioses como era su modo de por sí, o sea que dormidos se estaban porque muy haraganes eran entonces los dioses que no eran los dioses más grandes, los que nacieron el mundo, los primeros. Estaban el hombre y la mujer gastándose en el cuerpo y creciendo en el corazón en un rincón de la madrugada. Silencio se estaba la noche. Callada se estaba porque ya sabía que muy poco le quedaba. Entonces habló la espada.

Una espada así se interrumpe el Viejo Antonio y empuña un gran machete de dos filos. La luz del fuego arranca algunos destellos, un instante apenas, a la sombra luego. Sigue el Viejo Antonio:

"Entonces habló la espada y dijo:
Yo soy la más fuerte y puedo destruirlos a todos. Mi filo corta y doy poder al que me toma y muerte al que me enfrenta

¡Mentira! dijo el árbol. Yo soy el más fuerte, he resistido el viento y la más feroz tormenta.
Se pelearon la espada y el árbol. Fuerte y duro se puso el árbol y enfrentó a la espada. La espada golpeó y golpeó hasta que fue cortando el tronco y derribó al árbol.

Yo soy la más fuerte volvió a decir la espada.
¡Mentira! dijo la piedra. Yo soy la más fuerte porque soy dura y antigua, soy pesada y llena.

Y se pelearon la espada y la piedra. Dura y firme se puso la piedra y enfrentó a la espada. La espada golpeó y golpeó y no pudo destruir a la piedra pero la partió en muchos pedazos. La espada quedó sin filo y la piedra muy pedaceada.

¡Es un empate! dijeron la espada y la piedra y se lloraron los dos de lo inútil de su pelea.

Mientras, estaba el agua del arroyo nomás mirando la pelea y nada decía. La miró la espada y dijo:
Tú eres la más débil de todos! Nada puedes hacer a nadie. Yo soy más fuerte que tú! y se lanzó la espada con grande fuerza contra el agua del arroyo. Un gran escándalo y un ruidero se hizo, se espantaron los peces y el agua no resistió el golpe de la espada.

Poco a poco, sin decir nada, el agua volvió a tomar su forma, a envolver la espada. y a seguir su camino al río que la llevaría al agua grande que hicieron los dioses para curarse la sed que les daba.
Pasó el tiempo y la espada en el agua se empezó a hacer vieja y oxidada, perdió el filo y los pescados se le acercaban sin miedo y se burlaban de ella. Con pena se retiró la espada del agua del arroyo. Sin filo ya y derrotada se quejó: Soy más fuerte que ella, pero no le puedo hacer daño y ella a mí, sin pelear, me ha vencido!

Se pasó la madrugada y vino el sol a levantar al hombre y a la mujer que se habían cansado juntos para hacerse nuevos. Encontraron el hombre y la mujer a la espada en un rincón oscuro, a la piedra echa pedacera, al árbol caído y al agua del arroyo cantando..."Acabaron los abuelos de contarse la historia de la espada, el árbol, la piedra y el agua y se dijeron:"Hay veces que debemos pelear como si fuéramos espada frente al animal, hay veces que tenemos que pelear como árbol frente a la tormenta, hay veces que tenemos que pelear como piedras frente al tiempo. Pero hay veces que tenemos que pelear como el agua frente a la espada, al árbol y la piedra. Esta es la hora de hacernos agua y seguir nuestro camino hasta el río que nos lleve al agua grande donde curan su sed los grandes dioses, los que nacieron el mundo, los primeros".

Así hicieron nuestros abuelos dice el viejo Antonio. Resistieron como el agua resiste los golpes más fieros. Llegó el extranjero con su fuerza, espantó a los débiles, creyó que ganó y al tiempo se fue haciendo viejo y oxidado. Terminó el extraño en un rincón lleno de pena y sin entender por qué, si ganó, estaba perdido.

Hor

Perdoname,no puedo hablar mas alto.
No se cuando me oiras,tu,a quien me dirijo.
¿Y acaso me oiras?
Mi nombre es Hor.
Te ruego que acerques tu oido a mi boca,por lejos que estes de mi,ahora o siempre.De otro modo no puedo hacerme entender por ti.Y aunque te avengas a satisfacer mi ruego quedaran bastantes secretos que tendras que desvelar por tu cuenta.Necesito tu voz en donde la mia falla.
Esta debilidad se explica quizas por la manera de vivir de Hor.Habita,hasta donde puede recordar, un edificio gigantesco,completamente vacio,en el que cada palabra pronunciada en voz alta produce un eco interminable.
Hasta donde puede recordar ¿Que significa?
En sus diarias caminatas por salas y pasillos Hor sigue encontrandose a veces con el eco errante de algun grito proferido imprudentemente en otros tiempos. Le resulta muy penoso encontrarse asi con su pasado,sobre todo porque la palabra pronunciada entonces ha llegado a perder forma y contenido hasta volverse irreconocible.A estos balbuceos idiotas no se expone ya Hor.
Se ha acostumbrado a utilizar su voz-si es que la utiliza- por debajo de ese umbral vacilante a partir del que podria producirse un eco. Este umbral se halla solo un poco por encima del silencio total,pues la casa es de una sonoridad cruel.
Se que exijo mucho,pero tendras que contener incluso la respiracion si te interesa escuchar la palabra de Hor.Sus organos vocales se han atrofiado con tanto silencio-se han transformado.
Hoy no podra hablar contigo con mayor claridad que la que es propia de aquellas voces que oyes poco antes de quedar dormido. Y tendras que hacer equilibrios en el estrecho margen entre el sueño y la vigilia o flotar como aquellos para los que arriba y abajo significan lo mismo.
Mi nombre es Hor.
Mejor seria decir:me llamo Hor ¿Pues quien,aparte de mi,me llama por mi nombre?
¿He mencionado ya que la casa esta vacia?Quiero decir completamente vacia.Para dormir,Hor se acurruca en un rincon o se acuesta donde este en ese momento,incluso en medio de una sala cuando las paredes estan demasiado lejos.
La comida no le preocupa a Hor.La substancia de la que estan hechas paredes y columnas es comestible-al menos para el-Es una masa amarillenta,ligeramente transparente,que sacia muy de prisa el hambre y la sed.Ademas,las necesidades de Hor son escasas en ese sentido.
EL paso del tiempo no significa nada para el.No tiene posibilidad de medirlo,exceoto con el latido de su corazon.Pero este es muy desigual.Hor no conoce los dias ni las noches,siempre le rodea la misma penumbra.
Cuando no duerme,vaga de un lado a otro,pero no persigue ninguna meta.Es sencillamente un impulso,una necesidad que le divierte satisfacer.Solo de vez en cuando llefa a una pieza que cree reconocer,que le parece conocida,como si ya hubiese estado en ella en tiempos inmemoriales.Por otro lado,señales inconfundibles le permiten a menudo inferior que pasa por un lugar en el que ya estuvo una vez-una esquina mordisqueada,por ejemplo,o un monton de excrementos resecos-Sin embargo,la pieza en si le resulta a Hor tan extraña como las demas.Quizas las habitaciones se transforman durante la ausencia de Hor,crece,se extienden o encogen.Quizas es el paso de Hor el que provoca estas transformaciones,pero a el no le gusta esa idea.
Que aparte de Hor alguien habite la casa me parece imposible.Claro que no hay pruebas de ello debido a la inimaginable amplitud de la construccion.Es tan poco imposible como probable.
Muchas habitaciones tienen ventanas,pero estas solo se abren a otras piezas,generalemente mas amplias.Aunque la experiencia no le ha enseñado hasta ahora nada diferente,a veces Hor imagina que llega a una ultima pared extrema cuyas ventanas ofrecen una vista de algo completamente distinto.Hor no puede decir lo que podria ser,pero a veces se entrega a largas reflexiones sobre ello.Seria falso afirmar que anhela esa vista-es solo una especie de juego,un inventar intencionado de diversas posibilidades.En sus sueños,sin embargo,Hor ha disfrutado a veces de tales vistas,aunque al despertar no recordara nada digno de mencion.Solo sabe que era asi y que solia despertarse anegado en lagrimas.Pero Hor le da poca importancia,lo menciona porque es extraño...
Sianna_Meillan
Sianna_Meillan @ 17-04-2008 dijo:
Me he expresado mal.Hor no sueña nada,y no tiene recuerdos propios.Y sin embargo,toda su existencia esta llena de los horrores y goces de experiencias que asaltan su espiritu a la manera del recuerdo subito.
Claro que no siempre.A veces su espiritu permanece mucho tiempo como una superficie de agua inmovil,pero en otros momentos estas experiencias le asaltan por todos los lados,le acosan,le golpean como rayos y entonces corre por los pasillos vacios,se tambalea,hasta que cae agotado al suelo y se queda tumbado y vomita.Pues ante esto Hor se halla indefenso.
A la manera del recuerdo subito ¿Lo dije asi?
Me llamo Hor.
¿Pero quien es: yo-Hor?¿soy solo uno?¿O soy dos y tengo las experiencias de aquel segundo?¿soy muchos?¿Y todos los demas que son yo viven alli,fiera de aquel extraño y ultimo muro? ¿Y todos ellos no saben nada de sus experiencias,nada de sus recuerdos,porque estos no pueden quedarse afuera con ellos? Ah,pero con Hor si se quedan,viven con su vida,le acometen sin compasion.Se funden con el,Tira de ellos como de una cola que se arrastra interminable por las salas y habitaciones y sigue creciendo y creciendo.
¿O acaso os llega tambien algo de mi a los que estais ahi fuera,a uno o a muchos,que sois uno conmigo como las abejas con la reina?¿Me sentis,miembros de mi cuerpo disperso?¿Ois mis palabras inaudibles,ahora o sin tiempo?¿Acaso me buscas tu,mi otro?¿A Hor que eres tu mismo?¿A tu recuerdo que esta conmigo?¿Nos aproximamos a traves de espacios infinitos como estrellas,paso a paso e imagen por imagen?
¿Y nos encontraremos una vez,algun dia o sin tiempo?
¿Y que seremos entonces?¿O no seremos ya?¿nos anularemos mutuamente como el si y el no?
Pero entonces veras: yo he guardado todo fielmente.
Mi nombre.

Esa maldita noche

La noche. Esa maldita noche.
La oscuridad trae tu recuerdo a mi mente.
El silencio ratifica tu ausencia.
Y la soledad destroza mi alma.

La noche. Esa maldita noche.
Recuerdo como mi cuerpo se hizo sangre
mientras el tuyo se convertía en vino.
Entonces mis manos fueron garras,
y las tuyas mariposas.

La noche. Esa maldita noche.
Cuando nuestros cuerpos fueron uno solo.
sí, viajamos al mundo de los sepulcros y
probamos la dulce miel de la muerte.

La noche. Esa maldita noche.
Donde experimentamos la agonía del amor,
y el placer del dolor.

La noche. Esa maldita noche...
En que supe que sería por siempre tu esclava.
Esclava de tu amor y del dolor.

La noche. Esa Maldita noche...
en que de tí me enamoré.

viernes, 25 de diciembre de 2009

El paraiso. Tú.

Qué tenemos por paraiso. Está allí, el reino intangible de los cielos, donde vamos los buenos tras la muerte, tras desvanecernos de este mundo; Una ilusión lejana, una promesa boba que intentaríamos para convencer a un niño de hacer sus tareas.

Y cómo se llama el paraíso formado por una sonrisa cálida, espontánea, de enamorada. No es eso nuestro auténtico paraiso, el terrenal; el que podemos abarcar con los dedos. El ambiente creado por un simple guiño, una verísimil expresión facial que nos promete todo, que nos enseña el alma.

¿Y dónde se nos va esta sonrisa cuando la suplen los ojos, una mirada que puede ser al mismo tiempo perversa, curiosa, tórrida, insinuante, tierna, ausente, prometedora, ensoñada, enamorada? Nace otro paraiso, quizás más real que el otro, que dura lo que dura un parpadeo para volver a renacer en otra de sus múltiples formas, en otra mirada, qué quizás quiera decir lo mismo. Que quizás no. Pero la fuerza de la mirada quiebra la sonrisa con facilidad, la deja atrás, se crea creíble y poderosa; Tangible y sólido se torna nuestro cielo personal.

Y este paraiso tan tangible y sólido se vuelve líquido y se nos escapa entre las manos cuando lo supera uno aún más real, transmitido por un cálido beso que roza el espiritu y lo caldea como si fuera el azote del más fuerte brandy.

Hay tantos paraisos como gestos podrías - y podría yo a ti - dedicarme. Tú conformas un Edén, todo tu cuerpo, pensamientos, gestos; sentimientos, son parte de él, su flora y lo que le da esencia a la palabra misma, "Edén", dotándole de la profundidad suficiente como para convertir la utopia biblica en algo cuotidiano, nuestro; De los dos. Porque lo que tenemos es un paraiso también, compartido, de nadie más; el jardín de las delicias privado dónde solo pasearemos tú y yo.



Las formas con las que iré formando el Edén, los besos y caricias que irás obteniendo cada vez que puedas sentir el tacto de mis dedos y labios, te las grabaré a fuego y sexo para que no lo olvides, una cuenta de cuántos paraisos posees con el más simple gesto; Que tu eres mis sueños cumplidos y la palabra amor se nos quedará corta.

Mi regalo son dos canciones y el corazón que te encontraste buscándote.

http://www.youtube.com/watch?v=wR3uM4YVHZ0

http://www.youtube.com/watch?v=2CAlRfIemv4&NR=1

lunes, 21 de diciembre de 2009

Cremant núvols-Quemando nubes Serrat

Cremant núvols

Cremant núvols passa el sol
vertical i el món s'atura.
Demanant pietat al foc
s'amaguen les criatures
a l'ombra de qualsevol
ombra que Déu els procura.
Cremant núvols passa el sol.

El dia cau de genolls
pidolant la migdiada.
A les parpelles amb son
els rellisca un fil de baba.
I tot dol i res no vol
i tot pesa i res no passa.
Cremant núvols passa el sol,
cremant núvols el sol passa.

L'ànima abandona el cos
tèrbola i embriagada,
fantasia d'un amor
d'eternitat limitada.
No treu banyes el caragol
ni s'enfila a la muntanya.
Cremant núvols passa el sol.

Vigila en travessar el bosc
que els matolls, orfes de pluja,
podria calar-s'hi foc
si els freguessis amb les cuixes.
A l'ombra del teus llençols
t'espero, no triguis massa.
Cremant núvols passa el sol,
cremant núvols el sol passa.

Patrona dels inactius,
Santa Mandra del Migdia,
protegiu l'amor furtiu:
si així ho vol Déu, així sia,
especialment al juliol
quan, reclamant companyia,
cremant núvols passa el sol.

Cremant núvols passa el sol,
i tu i jo cardant a l'hora
que en altres contrades plou
i a una altra part el món plora.
Uns de festa, altres de dol,
uns lluiten, d'altres s'abracen.
Cremant núvols passa el sol,
cremant núvols el sol passa.

*************************************

Traducción en castellano:

Quemando nubes

Quemando nubes pasa el sol
vertical y el mundo se detiene.
Pidiendo piedad al fuego
se esconden los chiquillos
a la sombra de cualquier
sombra que Dios les procura.
Quemando nubes pasa el sol.

El día cae de rodillas
mendigando la siesta.
A los párpados con sueño
les resbala un hilo de baba.
Y todo sabe mal y nada quiere (*)
y todo pesa y nada pasa.
Quemando nubes pasa el sol,
quemando nubes el sol pasa.

El alma abandona el cuerpo
turbia y embriagada,
fantasía de un amor
de eternidad limitada.
No saca cuernos el caracol,
ni sube a la montaña. (**)
Quemando nubes pasa el sol.

Vigila al atravesar el bosque
que los matojos, huérfanos de lluvia,
podría quemarse
si los rozaras con las piernas.
En la sombra de tus sábanas
te espero, no tardes demasiado.
Quemando nubes pasa el sol,
quemando nubes el sol pasa.

Patrona de los inactivos,
Santa Pereza del Mediodía,
proteged el amor furtivo:
si así lo quiere Dios, que así sea,
especialmente en julio
cuando, reclamando compañía,
quemando nubes pasa el sol.

Quemando nubes pasa el sol,
y tú y yo follando al mismo tiempo
que en otros lugares llueve
y en otra parte el mundo llora.
Unos de fiesta, otros de duelo,
unos luchan, otros se abrazan.
Quemando nubes pasa el sol,
quemando nubes el sol pasa.

Poemas I

Querida Marta

Desde las horas muertas,me lleno la piel de dibujos obscenos
y tú estás, Marta, en todos. Minucioso,
te perfilo aureolas y ombligos,
el vientre leve y el sexo ardiente y obscuro
con la punta de los dedos extasiados.
Eres una sola y muchas. Complaciente
y complacida a la vez rodamos
por una pendiente insólita...
...Cada gesto
realza la extrema intimidad del juego
desmesurado y estricto. Marta, las palabras
que nos decimos sin decirlas no son
espuma sino agua, y el deseo es un vasto
horizonte. Si cierro los ojos
te me haces presente y estallan los colores.
El árbol de luz tan denso de los sentidos
poblado de nuevo de ojas y pájaros.


Elionor.

Elionor tenía
catorce años y tres horas
cuando se puso a trabajar.
Estas cosas quedan
registradas en la sangre por siempre.
Llevaba trenzas aún
y decía "Sí, señor", y "Buena tarde".
La gente se la quería.
Elionor, tan tierna,
y ella cantaba mientras
hacía correr la escoba.
Los años, pero, dentro de la fábrica
se diluyen en el ópaco
gris de las ventanas,
y al poco Elionor no tendría
sabido decir de donde le venian
las ganas de llorar
ni aquella irremprimible
sensación de soledad.
Las mujeres le decian que lo que le pasaba
es que se hacia grande y que aquellos males
se curaban casándose y teniendo hijos.
Elionor, de acuerdo con la muy sabia
predicción de las mujeres,
creció, se casó y tuvo hijos.
El gran, que era una chica,
hacía justamente tres horas
que había cumplido los catorze años
cuando se puso a trabajar.
Llevaba trenzas aún
y decía "Sí, señor", y "Buena tarde."

Miquel Martí i Pol.

1
Yo, por ejemplo, me levanto
cada día a las siete
y vinticinco y me afeito
lentamente para que me valga
continuar, una a una,*
las palabras y llenarme
las manos. Son largos los días
largas las horas lentas
y ahora la gente crece demasíado
deprisa y todos pierden
el tiempo con tonterías.


2
Yo, por ejemplo, almuerzo
discretamente y me lavo
concienzudamente la boca*
y todo tiene un aire plácido
mientras me visto, y pienso
que el mundo es una cámara
pequeña, con cuatro muebles
para toda la compañia.
Pero la gente crece demasíado
deprisa y todos pierden
el tiempo con tonterías.


3

Yo, por ejemplo, dentro
de poco ya hará veintitres
años que trabajo
ocho horas cada día
y he vivido siempre en el pueblo
y he engendrado hijos, y amo
las cosas y el silencio,
y aún tengo tiempo en los anocheceres
todo solo al fondo de la casa
de escribir algún poema.
Pero la gente crece demasiado
deprisa - ya lo he dicho -
y lee poco y piensa
mucho menos y todos
pierden el tiempo con tonterias.

Cuatro años

¿Cuantas noches habían compartido en aquel local? No podría decirlo,quizás cientos desde el día en que se conocieron. Ella lo recordaba como si fuera ayer, la silueta del chico sentada en la mesa más alejada del escenario, cubierta casi en su totalidad por el claroscuro que lanzaban las minúsculas lamparas que adornaban cada una de las mesas. Recordaba como si fuera ayer el movimiento del vaso entre los dedos,el sonido de los hielos golpeteando el cristal y la luz reflejada que irradiaba este sobre la madera de la mesa. Un vaso lleno de agua,siempre agua con hielo, el no bebía alcohol.

Podía recordar con claridad el eco de la canción que sonó en ese momento resonando en todo el local, la que volvía a interpretar ahora,como cada noche. Una canción melancólica que antes apenas estaba dotada de significado y que ahora sin embargo parecía llenar sus dedos,todo su cuerpo en realidad, con una descarga eléctrica. El cuerpo entero le temblaba, sentía frío a pesar del ambiente caldeado allí después de cuantas almas habían acudido al local. Si hubiera necesitado mirar las notas de marfil del piano para interpretar la melodía no habría conseguido unir mas de dos acordes... pero no miraba,no lo necesitaba, conocía esa canción como si ella misma la hubiera escrito. Su mirada estaba posada en un punto indefinido frente a ella, su cuerpo estaba allí,su mente y su alma no...se habían marchado acompañadas por la música al único lugar donde el dolor y la perdida quedan de lado,los recuerdos.


Paseos bajo la luz cálida del otoño,bajo la nieve helada del invierno. Mil anécdotas,mil caricias,mil besos, mil canciones que formaban la banda sonora de los recuerdos. Eran estos los que hacían pensar que todo había merecido la pena. Ahora cada vez que derramaba una lagrima podía silenciar el llanto recordando los momentos que pasaron juntos.


Cuatro años ya. Cuatro años de noches en vela abrazada a la almohada solo por imaginarse que este era el,que aun podía recorrerlo con sus manos,que aun la rodeaba su calor. Cuatro años ahogando en alcohol un llanto que en un principio había forzado a no salir,que después vio como la única forma de sanar su interior. Si no le lloraba ella....¿Quien le lloraría?


Cuatro años desde que el egoísmo de una persona le había arrebatado de las manos a la persona que mejor la había entendido, la que era su alma gemela. Cuatro años en los que la impotencia por no haber podido hacer nada no había menguado y en que el odio había crecido segundo a segundo. Quizás si llenaba el corazón de odio había menos espacio en el para el dolor. Pero después de todo ese tiempo las imágenes del accidente aun la atormentaban. Veía con claridad la foto del coche destrozado,la única que le habían dejado ver. Era una imagen que se le repetía siempre,una que nunca se borraría de sus recuerdos. Malos recuerdos ahora.


Porque desde que cogiera el teléfono y le dijeran que el había muerto todo había ido de mal a peor. Los siguientes días fueron un torbellino y de ellos recordaba pocas imágenes. La del féretro descendiendo del avión que le había traído desde Londres, la de sus padres llorando,la de la tierra cubriendo la rosa blanca que había dejado caer en la tumba. Su habitación en penumbra todos aquellos días que había pasado tumbada,sin ganas de mas y sin poder dormir.


Y ahora estaba allí...tocando como si su fantasma fuera a escucharla. Lo único que sabia es que esa canción conseguía acercarla mas a el,aunque le arrancara las lagrimas,aunque la acercara mas al dolor...era un dolor agridulce que quería seguir sintiendo. Era lo único que compartía con el ahora. Era lo único con lo que conseguía alejar a los demonios.


Eso y los recuerdos...

domingo, 20 de diciembre de 2009

Els tres cants de la guerra. Joan Maragall

Los adioses

Que señales de adiós han hecho
mans extendidas hacia el mar,
hacia los barcos que huían
con las cubiertas demasiado cargadas,
hacía allí donde las olas lucen
retorciéndose y bramando soleadas!
Cuantos adioses desde aquel adiós primero,
cuando Caín, habiendo hecho la muerte,
comió al anochecer un bocín a la endiablada,
el bastón al puño, ceñida la cintura,
rodeado de lloros de niños, y la mujer,
que le decía con lamento:
"No vayas hacia Poniente."
Mas él, la cara adusta y ya fatal,
girada hacia la puesta,
marcha sin hacer caso
de las manos que se movían en el aire
en vano, sin respuesta.

1896

Oda a España

Escucha, España, - la voz de un hijo
que te habla en lengua -no castellana:
hablo en la lengua - que me ha dado
la tierra áspera:
En esta lengua - pocos te han hablado;
en la otra, demasiado.
Te han hablado demasiado - de los saguntinos
y de los que per la patria mueren:
Tus glorias - y tus recuerdos,
recuerdos y glorias -no más de muertes:
has vivido triste.
Yo quiero hablarte -muy diferente.
¿Por qué derramar la sangre inútil?
Dentro de las venas -vida es sangre,
vida para los de ahora -y para los que vendrán:
derramada es muerta.
Demasiado pensabas - en tu honor
y demasiado poco en tu vivir:
trágica traías - la muerte de los hijos
te satisfacía -de honores mortales,
y eran las fiestas - los funerales,
¡Oh triste España!
Yo he visto los barcos - marchar llenos
de los hijos que traías -a que muriesen:
sonrientes marchaban -hacia el azar;
y tú cantabas -cerca del mar
como una loca.
¿Dónde están los barcos? - ¿Dónde están los hijos?
Pregúntalo al Poniente y a la oleada brava:
Todo lo perdieres, - no tienes a nadie.
¡España, España, -vuelve en ti,
arranca el llanto de madre!

¡Sálvate, oh! Sálvate de tanto mal;
que el llanto te vuelva fecunda, alegre y viva;
piensa ne la vida que tienes alrededor:
Levanta la cabeza,
sonríe a los siete colores que hay en las nubes.
¿Dónde estás, España? - No te veo.
¿No sientes mi voz atronadora?
¿No entiendes esta lengua -que te habla entre peligros?
¿Has olvidado a entender a tus hijos?
¡Adiós, España!

1898

Canto de retorno

Volvemos de batallas, -venimos de la guerra,
y no llevamos armas, pendones ni clarines;
vencidos en la mar y vencidos en la tierra,
somos un deshecho.
Llevábamos por estela tiburones y delfines.
Hermanos que en la playa llorando esperáis,
¡Llorad, llorad!
Por la mar se os acerca -la hueste macilenta
que llamea con la antorcha* de la nave que la lleva.
Adiós, oh tú, América, tierra furiosa!
Somos débiles para ti.
Hermanos que en la playa llorando esperáis,
¡Llorad, llorad!
(*Este fragmento no lo llego a comprender, pero esto me parece lo más correcto.)
Venimos todos de cara -al viento de la costa,
aunque nos mate por frío y por fuerte,
aunque resten sin respuesta
más de un grito de madre cuando entramos a puerto.
Hermanos que en la playa llorando esperáis,
¡Llorad, llorad!
De tantos como faltan traemos la memoria,
de lo que sufrimos, -de lo que hemos sufrido,
de la triste lucha sin fe ni gloria
de un pueblo que se nos pierde.
Hermanos que en la playa llorando esperáis,
¡Llorad, llorad!
Decidnos si aún la patria es suficiente fuerte
para oír las gestas - que le hemos de contar;
Decidnos, decidnos si está viva o si está muerta
la lengua con la que tendremos que hacer llorar.
Si aún está bien vivo el recuerdo de otras gestas,
si aún las sierras que nos han fortalecido
se levantan serenas sobre las tormentas
y braman su bosques al viento ponentino,
hermanos que en la playa lloráis esperando,
no lloréis: ¡Reír, cantad!


Traducción casera ( ;P)

miércoles, 16 de diciembre de 2009

:)

De momento de momento yo me quedo sin tu cielo,
tu te quedas de momento sin mi mar.
De momento yo me quedo sin tu reino,
tu te quedas de momento sin reinar.

Nos quedamos sin nosotros
sin tus besos,sin tus dedos,sin mi voz.
Pero se que ya es nuestro el futuro.
Porque ya no nos vamos a ver...

...de momento.

De momento si tu quieres yo te olvido,
no te llamo,no te cuido,no soy yo.
De momento desterramos lo tierno
levantando las fronteras de la sinrazon.

Pero se que ya es nuestro el futuro.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Luis Cernuda

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.




Te quiero.

Te lo he dicho con el viento
jugueteando tal un animalillo en la arena
o iracundo como órgano tempestuoso;

te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;

te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;

te lo he dicho con las plantas,
leves caricias transparentes
que se cubren de rubor repentino;

te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,

te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta;
más allá de la vida
quiero decírtelo con la muerte,
más allá del amor
quiero decírtelo con el olvido.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Fragmentos literarios -1-

EL CONDE DE MONTECRISTO (Alejandro Dumas)

¨-¡Oh! Desengañaos sufro menos, por que ya apenas tengo fuerzas para sufrir. Avuestra edad siempre se tiene fe en la vida.Es un privilegio de la juventud, crecer y esperar. Los ancianos ven la muerte con mas claridad. ¡Oh!, ya se acerca…, si…, mi vista se turba…, mi tazon se extingue… Vuestra mano, Dantes, vuestra mano… ¡Adios! -y levantandose con un nuevo esfuerzo-:¡Montecristo!-dijo-.No olvideis a Montecristo- y volvio a caer sobre la cama .¨

CIEN AÑOS DE SOLEDAD (Gabriel Garcia Marquez)

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo". Me encanta este comienzo.

La guerra del paraiso

¨-Porque la presencia del Otro Mundo enciende en nosotros la chispa de la suprema conciencia, o de la imaginación. Las leyendas, cuentos y apariciones en el Otro Mundo, esa tierra mágica y encantada que se extiende desde los muros del mundo manifiesto, despiertan y desarrollan en lo seres humanos las supremas nociones de la belleza, nobleza, respeto, amor y otras muchas virtudes. El Otro Mundo es la forma de las formas, el almacén, ¿no cree?¨

UN MAGO DE TERRAMAR (Ursula K. Le Guin)

"-Ged, escúchame ahora. ¿Nunca has pensado que así como hay oscuridad alrededor de la luz, también hay peligro alrededor del poder? Esta magia no es un juego al que nos dedicamos por placer o por halago. Piénsalo, en nuestro arte, cada palabra que pronunciamos, cada acto que ejecutamos es para bien o para mal. ¡Antes de obrar hay que conocer el precio!"

El libro de las sombras contadas (Terry Goodkind)

“-Con magia.-la mujer trago saliva sin dejar de contemplar el fuego-. El Límite fue creado por arte de magia, por lo que los magos pensaron que podrían hacerme pasar si contaba con la ayuda y protección de la magia. Fue tremendamente complicado lanzar los hechizos, pues trataban con cosas que no comprendían del todo, cosas peligrosas, no fueron ellos quienes conjuraron el Límite en este mundo, por lo que no estaban seguros de si funcionaría. Ninguno de nosotros sabía que esperar.-su voz sonaba débil, distante-. Conseguí pasar, pero me temo que nunca podré abandonarlo enteramente.
Richard escuchaba como hechizado. Le horrorizaba pensar en lo que se había enfrentado Calan; que había atravesado parte del inframundo, del mundo de los muertos, aunque fuera con la ayuda de la magia. Era inimaginable. Los asustados ojos de la mujer se posaron sobre los suyos. Eran ojos que habían visto cosas que nadie había visto”

LAS CENIZAS DE ÁNGELA
“La escarcha comienza a blanquear la tierra fresca de la tumba y yo pienso en Theressa, que estará fría en su ataúd, con su pelo rojo, con sus ojos verdes. No entiendo los sentimientos que me invaden, pero sé que con todas las personas que han muerto en mi familia y con todas las que se han muerto en los callejones de mi barrio y con todas las que han faltado no había sentido nunca un dolor como éste que tengo en el corazón, y espero no volver a tenerlo. ”

El Alquimista. Paulo Coelho
- ¿Por qué lloras? – le preguntaron las Oréades.
- Lloro por Narciso – repuso el lago.
- ¡Ah, no nos asombra que llores por Narciso! - prosiguieron ellas -. Al fin y al cabo, a pesar de que nosotras siempre corríamos tras él por el bosque, tú eras el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
- Pero ¿Narciso era bello? – preguntó el lago.
- ¿Quién si no tú podría saberlo? – respondieron, sorprendidas, las Oréades – En definitiva, era en tus márgenes donde él se inclinaba para contemplarse todos los días.
El lago permaneció en silencio unos instantes. Finalmente, dijo:
- Lloro por Narciso, pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello.
Lloro por Narciso porque cada vez que él se inclinaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza.

Un mago de Terramar. Ursula K Leguin

Para transformar esta piedra en una gema tienes que ponerle otro nombre verdadero. Y eso, hijo mío, hasta con una piedrecilla tan pequeña como ésta, es cambiar el mundo. Se puede hacer. En verdad, se puede. Es el arte del Maestro de Transformaciones, y tú lo aprenderás, cuando estés preparado para aprenderlo. Mas no transformarás una sola cosa, un guijarro, un grano de arena hasta que no sepas cuál será el bien y el mal que resultará. El mundo se mantiene en Equilibrio. El poder de Transformación y de Invocación de un mago puede romper ese equilibrio. Tiene que ser guiado por el conocimiento, y servir a la necesidad. Encender una vela es proyectar una sombra...
Miró otra vez el guijarro en el hueco de la mano.
—También una piedra es una cosa buena, sabes —siguió diciendo, en tono menos grave—. Si las Islas de Terramar fueran todas de diamante, tendríamos aquí una vida dura. Goza con las ilusiones, muchacho, y deja que las piedras sean piedras.

El olor de las especias


"-No sabíamos a donde acudir-contestó.
-Dicen que el amor es hermoso, aunque pueder ser también la peor de las plagas. Pero decidme ¿acaso quereis a esta joven?
-Sí, si eso es lo que os interesa."

"Te quiero, pensó Asur, y se sorprendió al oir su voz en aquel silencio de ténues fragancias,sólo dos palabras, las únicas que ella seguro que entendía pues siempre se le escapaban antes de cubrirla de besos. Permaneció quieto, observándola, como una estatua, curioso, convertido en sal mientras la mano de Migdim acariaba el colchón en su busca con el sueño agitado por no encontrarlo junto a ella, junto a su cuerpo que brillaba a jirones, auroral, mitad noche, mitad dia."

“-¿Seguro que no eres cristiano?-preguntó Asur.
-Escucha Asur, soy tu amigo. Es verdad que he sido educado como musulmán, pero eso no me hace ser musulmán; y he vivido como cristiano, pero eso tampoco me convierte en cristiano. De hecho tal como veo yo las cosas, soy un extraño en ambos mundos, así que me he acostumbrado a vivir al margen de las categorías.
-No entiendo qué quieres decir.
-Quiero decir que he aprendido a darle mayor importancia a otras cosas.
-¿Cómo por ejemplo?
-Las personas, por ejemplo. Es difícil que tú lo entiendas porque participas de un origen común con los tuyos, pero la vida de un mestizo es muy diferente. Carecemos de ese vínculo que no une a un grupo, y hemos de concentrarnos en estar donde nos dejen”

“-¿Eres feliz?
-No podía quejarme, hasta que empezaste a compartir tus sueños conmigo y algo se quebró en mi interior. Cada vez se hacía más fuerte el recuerdo de la montaña y más presente el aroma de heno y de las manzanas. No sé que me ha pasado. Esto es una locura.
-Yo nunca podría ofrecerte como mujer libre ni la mitad de las coasas de las que aquí dispones como esclava.
-Lo sé, no creas que lo he pensado.
-¿Entonces…?
-Necesitaba hablar contigo, decirte que entendía tus palabras. Eso es todo.”

“-¿Pero tú te crees algo de eso?-dijó Asur molesto.
-Es un mito bereber. Nadie pide que te lo creas, pero los mitos nacen para explicar cosas que no entendemos, o para justificar hechos fuera de lo común. Eso es. Yo los veo como la justificación de los mediocres. ¿No te has fijado que es frecuente que a los grandes hombres se les atribuya un origen singular, diferente del resto y a menudo sobrenatural? Eso nos libera a los nacidos de mujeres de tener que realizar grandes hazañas. Un mito es algo así como una excusa.”


Leyendas de pasion-1-


-Isabella...¿Debo quedarme?
La electrizo a la condesita. Con vergüenza de mirarle a la cara por temor de que el pudiera leeer en sus ojos lo que sentía,y clavando resueltamente la mirada en sus rodillas,Isabella respondio con un solo movimiento negativo de cabeza.
Sentía que el la miraba fijamente. Su corazón latía con violencia >La pregunta se introdujo en su corazón,en su mente y en su alma. Cerro los ojos.
-Dios mio,eres tan joven que me partes el corazón-dijo el en un tono extraño,brusco.
Antes de que ella supiera que proponía estaba sentado en la cama junto a ella,deslizando la mano bajo su barbilla para levantarse la.
-No sabia que hubiera muchachitas así en ningún parte del mundo.
Con la mano de Alec bajo su barbilla,inclinándole hacia arriba la cabeza,ella le miro por fin. Lo que vio hizo temblar sus rodillas. Alec estaba cerca,tan cerca que ella puto ver las vetas oscuras que jaspeaban sus dorados ojos. Isabella clavo la vista en esas parpadeantes honduras y quedo perdida. Sus dedos, súbitamente débiles,soltaron la manta,que resbalo hacia abajo. Los ojos de Alec la siguieron; luego se alzaron de nuevo hasta los de ella. Sus espesas pestañas,varios tonos mas oscuras que su cabello,lanzaban sombras sobre sus altos pómulos. Tenia los labios un poco entreabiertos. Mientras el la miraba con atención, Isabella vio que en las doradas profundidades se habían encendido llamas diminutas. Como hipnotizada ,no pudo moverse cuando esos ojos ardientes se clavaron en su boca.
-Me dejas sin aliento-murmuro el.
Y luego se inclino para rozar los labios de Isabella con los suyos. Si hubiese muerto en ese momento lo habría hecho feliz. El contacto de los labios de Alec sobre su boca fue la sensación mas exquisita que había experimentado en su vida. Le atravesó el fuego,abrasando sus sentidos,haciéndole doblar los dedos de los pies. En una reacción que le surgió tan naturalmente como respirar,bajo los párpados y entreabrió los labios.
Fue un beso brevísimo.
Al mismo tiempo que el mundo de Isabella se mecía sobre su eje,Alec retiro la boca y se volvió a sentar. Su mano aun sostenía la barbilla de la joven.El pulgar acariciaba la línea frágil de su mandíbula.Tras un largo momento,ella abrío lentamente los ojos y le miró con atencion.Alec apenas si la había besado, y sin embargo,el mundo entero parecía diferente. Ella era diferente.Por primera vez en su vida supo lo que era desear que un hombre la tocara.
Alec le devolvió la mirada con sus dorados ojos levemente entrecerrados. Parecía un hombre que habia recibido una sorpresa,y no especialmente agradable.
Abrió la boca como para decir algo.Isabella,que no quería ser devuelta a la realidad todavía,alzó una mano para tocarle la cara.Sus dedos rozaron apenas la mejilla del Tigre, y sin embargo el contacto produjo ondas de emoción en lo más profundo de su ser.Aunque él se había efeitado antes,los inicios de una barba le hacían áspera la piel.Tenía el rostro muy ardiente. Cuando le tocó,los dedos de Isabella hormiguearon.Retiro la mano con rapidez.
Alec atrapó esa mano fugitiva y llevándosela a la boca,le besó el dorso de los nudillos.Luego,ante la mirada de Isabella,cuyos ojos se oscurecian de sentimiento ,le besó casda dedo por separado,introduciéndose la punta de el en la boca y chupándolo levemente.Cuando terminó Isabella contenia el aliento.Nunca en su vida había experimentado las sensaciones que vivia en ese momento.
-Alec...
Cuando él le buscó la otra mano para repetir la acción,Isabella sacudió la cabeza y se la puso puerilmente a la espalda. Una especie de pánico la asaltó al darse cuenta de que la boca del estómago le temblaba sin poder evitarlo. Con tanto dominio sobre sus propias acciones como una ramita arrastrada por un río embravecido comprendió que era atraída por corrientes traicioneras a profundidades peligrosas.
Entonces Alec Tyron le sonrió,con una sonrisa adormilada,perezosa,tan seductora como lo habían sido sus besos.
-¿Tímida,condesa?- preguntó suavemente. La palabra fue al mismo tiempo una burla y una caricia.
Le sonreía sujetándole la mano y acariciándole con el pulgar el dorso de los nudillos. La luz del fuego se reflejaba en sus ojos e iluminaba facciones que habían sido esculpidas por la mano de un maestro. El cabello leonado le caía hasta unos hombros tan anchos,que impedían a Isabella ver la chimenea. Los duros contornos de su pecho estaban en sombras,mas oscurecidos aun por los verticiclos de rizado pelo que asomaban sobre los bordes del vendaje. Los músculos de sus brazos ondulaban y brillaban,delineados por el fuego en anaranjado. Tan guapo era,que con solo mirarle se secaba la boca.
-Eres majestuoso-susurro ella,conmovida ,y su otra mano surgió ciegamente para hacer lo que ella había estado queriendo hacer durante días:tocarle.
Sus dedos buscaron el brazo del hombre hasta posarse ligeramente donde el musculo sobresalía por encima del codo. Allí la piel era tibia y lisa como el raso contra las puntas de sus dedos,el musculo,abajo,duro como el hierro. El Tigre permaneció inmóvil mientras Isabella le pasaba los dedos a lo largo del brazo,pero a esta le pareció que de pronto el dejaba de respirar. Saber que podía conmoverlo tanto como el a ella era arrobador. Al apartar la mano del brazo de Alec,le sonrío trémulamente. Este le tomo la mano quemándole los ojos con los suyos. Luego se inclino hacia adelante lenta,muy lentamente,para posarse de nuevo en sus labios.
Isabella no hizo ningún intento para evitarlo. En cambio,su corazón pareció detenerse mientras esperaba el contacto de esos labios perfectamente esculpidos.
La boca de Alec era muy cálida,muy suave y muy dulce. Isabella sintió que su calor le llegaba hasta los pies. Cerrando los ojos,anuncio con un suspiro su rendición total. La sensación suscitada por los labios del Tigre era las mas exquisita que ella había experimentado en su vida. Alec le soltó las manos,que se movieron por su cuenta propia para apoyarse en los anchos hombros desnudos de este,hundiendo muy levemente las uñas en su carne. La mano izquierda del hombre se alzo para introducirse bajo el cabello de la joven,doblando sus largos dedos en torno al cráneo de ella,sosteniéndole la cabeza para besarla. Su mano derecha le acerco la cara a la suya.
Esta vez cuando la beso,la presión de sus labios fue mas firme. Le separo los labios con los suyos,en un beso todavía pausado,sin prisas. Su lengua broto para tocarle el labio inferior,correr por la linea de sus dientes,que permanecían cerrados para el.
-Abre la boca para mi.
Aunque las palabras fueron un mero susurro contra sus labios,Isabella las escuchó.Por un momento,la tumultuosa excitacion que se acumulaba en su interior tembló y amenazó derrumbarse.Antes había sido besada de ese modo...por Bernard...Su lengua,que sabía a vino servido en su cena de bodas,se le había metido casi hasta el fondo de la garganta,provocándole náuseas...
Pero la tibia dulzura de los labios de Alec Tyron contra los suyos borró el recuerdo de los de Bernard.Este beso no se parecía a ningún otro.Le hizo ansiar más.Obediente,le dejó entrar.
La lengua de Alec era lenta,caliente y suave,deslizándose entre sus labios,tocando sus dientes,su paladar,el interior de sus mejillas.Sabía levemente a tabaco y coñac,y mientras él la instruía en el dulce arte de besar,ella aspiró profunda,estremecidamente.Con su nariz tan cerca de la mejilla lisa y tibia de Alec,aspiró el embriagador aroma de ron con aceite.
La lengua del hombre tocó la suya,que se escondía detrás de sus dientes inferiores,la acarició y se retiro luego.
-Se supone que me has de devolver el beso-se quejó él en un susurro emocionado y burlón contra sus labios.
Sin darle tiempo a responder atrajo a su boca el labio inferior de la joven y se lo chupó.Isabella temblaba.Una serie de minúsculas contracciones rítmicas empezó a crecer desde una parte situada dentro de alguna parte del centro mismo de su ser.
-No sé qué hacer-confesó murmurando al oido de él mientras Alec le seguía la línea de la mandíbula con besos.
Ambos se miraron fijamente. Luego moviéndose lenta,muy lentamente,la mano derecha de Alec se deslizo sobre el esbelto arco del cuello de la joven,trazo la linea donde el cuello de encaje de su camisón se encontraba con su piel, toco apenas la delicada muselina de abajo.
Luego sus dedos bajaron todavía mas,probando la fragilidad de la clavícula de Isabella,deslizándose sobre la leve elevación de su pecho. Por fin la mano de Alec se poso en el seno de la joven, acomodándose sobre el pequeño montículo hinchado de modo que el pezón se clavo en el centro de la misma mano. La respiración de Isabella se detuvo.
Alec la había tocado antes de esa manera,haciéndole percibir su presencia. Pero ese había sido un contacto impersonal,diferente,despegado,insultante. Entonces ella le había odiado y temido. Ahora...ahora solo le deseaba mas de lo que había deseado algo en su vida.
La mano de Alec sobre su seno era escandalosamente, vergonzosamente intima, y ella adoraba esa sensación,que le enviaba temblores de pies a cabeza por las puntas de los nervios.
-Que maravillosa sensación-exhalo al tiempo que alzaba la mano para cubrir la de el,apretándola con mas firmeza sobre si misma.
Alecx contuvo bruscamente la respiración. Sus ojos destellaron hacia ella un momento antes de posar de nuevo su boca sobre la de ella,esta vez con mas dureza,exigiendo entrar. La joven le beso con una pasión de la cual nunca se había sentido capaz. Envolvió su cuello por los brazos,sujetándole contra si. El corazón le latía con tal fuerza que podía sentir como le golpeaba el pecho.
-Creo que podemos prescindir de esto,aunque es muy seductor-murmuro el,apartando su boca de la de ella tras un largo momento de embriaguez.
Isabella no puso objeciones cuando el tomo el bajo de su camisón y se lo alzo sobre la cabeza. Después Isabella,guiada por las manos del Tigre,se tendió de espalda,sdesnuda,y temblo de anhelo cuando la mirada de este recorrió su cuerpo.
-¡Que bella eres!- murmuro por fin con acento estremecido,mas áspero de lo normal.
La mano del Tigre acaricio la carne que ensalzaba. Sus dedos encontraron los pezones de Isabella, pellizcron suavemente las diminutas portuberancias.
Lanzando un grito,Isabella agito las piernas cuando un dolor como nunca habia sentido cobró vida,palpitante,entre ellas.
-Sssh,bueno amor...sssh.
Alec la apaciguo con la voz y con las manos,trazando ligeros círculos sobre sus senos hasta sentirla temblar bajo su contacto. Luego deslizo una mano por el cuerpo de la mujer,acariciándole el vientre,hurgándole un momento en el ombligo mientras ella se retorcía y gemía,y encontrando al fin el suave nido de pelo en el vértice de sus muslos. Isabella cerro los ojos mientras los dedos de Alec se entrelazaban con los diminutos rizos,para luego bajar deslizándose entre los muslos. La palma de la mano del Tigre,apretándola, inflamo el dolor convirtiéndolo en un placer ardiente,casi doloroso,que la hizo estremecer.
-Eso es,mi amor. Abre las piernas para mi,
Con los ojos bien cerrados y el cuerpo en llamas,Isabella no pudo hacer otra cosa que obedecer esa voz suave,seductora. Abrio las piernas para el,temblando sus esbeltos muslos pálidos cuando el acaricio la suavidad interior.
Alec encontró el lugar húmedo y secreto que buscaba y la acaricio encima de el. Luego le introdujo ligeramente un dedo. Isabella lanzo una exclamación ahogada de aflicción. La sensación era demasiado exquisita para soportarla. Sus piernas se juntaron en una reacción refleja,pero el se negó a retirar la mano. En cambio la apretó de nuevo contra la palma de la misma. Desde ese punto central saetas de fuego le atravesaron de arriba abajo,haciéndola temblar de pies a cabeza.
Entonces,como ella seguía negándose a ceder,le introdujo el dedo todavía mas hondo. Isabella gimió y sus piernas se relajaron al fin. Alec no dejo de mover el dedo dentro de ella cuando bajo la cabeza para rozarle los senos. Tomándole un pezón en la boca,se lo mordió suavemente, succionándolo como un bebe. El exquisito calor de su boca hizo pardeara y abrir los ojos a Isabella.
Lo que ellos vieron los agrandó de sorpresa.
Estaba desnuda; su cuerpo relucía blanco en la oscuridad. Alec se alzaba encima de ella,sus ojos eran meras ranuras doradas al enfocarse en el cuerpo de ella,su piel era de un suntuoso bronce leonado donde se apoyaba contra su palidez. Las delgadas piernas de la joven estaban permisivamente abiertas y la oscuridad de la mano del hombre se movia entre sus palidos muslos. Ante la mirada de ella,aturdida de pasión, Alec trasladó su atenciones de un estremecido seno al otro. Dulcemente le besó el pezon. Luego sacó la lengua para frotarlo, rotándola sobre el endurecido capullo hasta que por fin se lo metió completamente en la boca.
La boca de Alec en su seno fue al mismo tiempo la visión más indecente y más excitante que había visto en su vida.
Alec aspiro profunda y temblorosamente; luego alzo la cabeza del seno de Isabella.La mano que había estado ofreciendo a la joven sensaciones inimaginables se alzo también y se desplazo hacia los botones de sus propios pantalones. Ambos se observaron detenidamente,enmudecidos,mientras el se libraba de sus pantalones. El corazón de Isabella latía con tanta fuerza que sonaba como redobles de tambores en sus oídos. Ella sabia lo que venia luego...el introduciría en ella su parte viril y la bombearía hasta derramar su néctar. Alec la observaba dándole tiempo a objetar si queria, dandole tiempo para cambiar de idea.
Ella podía negarse y el se detendría. Había dicho que no impondría sus atenciones a una mujer que no lo deseara,y ella le creía. Pero lo deseaba. Alec temblaba. Isabella podía ver como vacilaba la mano con la que desabrochaba sus pantalones. A ella le dolía el cuerpo por el,le ardía por el,se derretía por el.
La parte viril que el desnudo era enorme por el deseo de poseerla. Y sin embargo,estaba simplemente observándola con esos dorados ojos en llamas,dándole tiempo para objetar.
Isabella lanzo un lleve lloriqueo gutural y arqueo la espalda hacia el en silenciosa ofrenda. Alec cerro los ojos,sus respiración se detuvo.
-Isabella...
EN pocos segundos estuvo encima de ella,enorme,caliente y pesado al apretarla contra el colchón, deslizando la mano entre ambos cuerpos al tratar de ponerse en posición para penetrarla.
Finalmente la joven respiro en un gran sus suspiro desigual y abrió mas las piernas para el. Instintivamente doblo las rodillas y el penetro. Los dientes de Isabella se clavaron en su labio inferior. Sus brazos rodearon el cuerpo del hombre,hundiéndole las uñas en los omoplatos que tanto había admirado. Echo atrás la cabeza al arquear el cuerpo. Alec hundió la cara en la curva entre su cuello y su hombro. Tenia la boca abierta húmeda y tibia al besarle el cuello.Y entonces se empezo a mover.
Isabella gimió al sentir que una tempestad de fuego crecía en su interior. Cuando al fin exploto en un millón de diminutas llamas,lanzo un grito.
-Jesus Todopoderoso...
Pudo haber sido una maldición o una plegaria. Isabella no lo sabia. Tan solo sabia que el se hundió en ella,en ese instante de su mas profunda dicha,con su ansia salvaje y un grito mas salvaje aun, manteniéndose dentro mientras su cuerpo fuerte y delgado se convulsionaba con largos estremecimientos. Finalmente se derrumbo encima de ella. Agotado,se quedo inmóvil,y la joven lo envolvio con sus brazos,arrimando la mejilla a su corazón, que aun latía con violencia.